Mientras se desarrolla el proceso de juicio político a la presidenta Dilma Roussef por las acusaciones de corrupción, el escenario político brasileño sufrió un nuevo giro. El ex directivo de la constructora Odebrecht, implicó directamente al presidente interino Michel Temer, y a su canciller José Serra de haber recibido sobornos de esa empresa.
La información que reveló la revista Veja, que hasta el momento no paraba de fustigar a Dilma y al PT, asegura que el ex presidente de la constructora, Marcelo Odebrecht, en su declaración en la que negocia un acuerdo de delación premiada para reducir su condena, se reunió con Temer en 2014 para concretar una “donación” a la campaña presidencial de diez millones de reales (unos 3,1 millones de dólares), y también que en la reunión de mayo de 2014, estuvo Padilha, actual ministro de salud.
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En esa época, Temer era vicepresidente de la República y presidente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). El pago del “apoyo financiero”, como fue descrito por Odebrecht, fue realizado entre agosto y septiembre de 2014, antes de las elecciones presidenciales de octubre, que ganó Dilma con Temer como vicepresidente.
Del dinero entregado, cuatro millones de reales (unos 1,26 millones de dólares) fueron para Padilha y los restantes seis millones de reales (unos 1,89 millones de dólares) fueron para Paulo Skaf, presidente de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) y entonces candidato al Gobierno de Sao Paulo, citó Veja.
Temer, a través de un comunicado, confirmó el encuentro y dijo que se trató del "auxilio financiero" de la constructora a las campañas electorales "de acuerdo con la legislación en vigor".
De acuerdo con el presidente interino el aporte fue después declarado al Tribunal Superior Electoral (TSE), que ahora deberá verificar si esa cantidad en cuestión está dentro de la que fue relacionada por el PMDB. Por su parte Padilha, que no fue candidato en esas elecciones, y Skaf, que admitió una donación de 200.000 reales (unos 63.111 dólares) de la petroquímica Braskem -controlada por Odebrecht-, negaron haber recibido auxilios de la constructora.
También el canciller Serra
El escándalo también llegó al actual canciller, José Serra, que fue señalado como uno de los beneficiados de la “red de corrupción” en la causa “ Lava Jato”, que investiga los sobornos en Petrobras. Según la información, suministrada a fiscales en Curitiba, capital del estado de Paraná y donde se concentran las investigaciones del caso, parte del dinero entregado a la campaña de Serra fue desembolsado en el exterior.
Asesoría de Prensa de Serra, por su parte, apuntó que la campaña del canciller fue "conducida" según la legislación electoral en vigor y era responsabilidad del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), sin ningún intermediario autorizado a actuar en nombre de él para pedir recursos.
Las nuevas revelaciones se dan a días de culminar el proceso de juicio político contra Dilma Rousseff, del que tanto Temer como Serra fueron impulsores activos y que fue coronado mediante el golpe institucional que habilitó el inicio de juicio político en diputados y el Senado. El resultado del impechment definirá si Dilma Rousseff vuelve a terminar su mandato o, por el contrario, queda en manos del golpista Temer. Las nuevas acusaciones que apuntan directamente contra Temer e involucran a directivos de la golpista FIESP muestran que continúa abierta la profunda crisis de representación política en Brasil, y todavía no está claro que la definición final del juicio político pueda resolverlo. |