Los trabajadores y las comisiones internas de Unilever de Pilar conquistaron con la lucha no trabajar más los domingos, fueron protagonistas de esta pelea tanto los trabajadores de la planta de producción de Hellmans como la de Knnor donde se trabaja en tres turnos de 8 horas y el turno noche comienza el domingo a las 22hs. No fue así la pelea en la planta de jugos Ades, que pertenece al mismo predio pero sus delegados se bajaron del reclamo en abril, hay que tener en cuenta que su comisión interna siempre fue dirigida por la burocracia de la Verde de la STIA de la Alimentación y que hoy Unilever vendió a Coca Cola.
Ya en el 2014 ambas plantas habían logrado con la lucha no trabajar más los sábados a la tarde. Y en abril de este año luego de que la empresa dilatara la cuestión del domingo desató la lucha no solo por el domingo a la noche, sino por 4 puntos, que incluía el reclamo por el servicio de chárter para el recorrido oeste; una suma puente que compensara la inflación acumulada y que la empresa se haga cargo del impuesto al salario de los trabajadores. Los trabajadores y delegados recurrieron al paro, bloqueo de portones y hasta el intento de desalojo de la policía, hasta que el Ministerio de Trabajo de Pilar intervino dictando la conciliación obligatoria.
El viernes 5 de agosto los trabajadores de ambas plantas llevaron a las urnas la votación. La dos opciones eran "Voto Sí trabajar los domingos o Voto No trabajadores los domingos". Los resultados fueron contundentes, en Hellmans 169 optaron por el NO y 21 por el SI. En Knorr 216 por el NO y 65 por el SI trabajar los domingos. Esto implicaría que a partir del primer domingo de septiembre no se trabajaría el domingo.
Todo esto a poco de las elecciones del STIA Provincia de Buenos Aires a realizarse el 6 de septiembre, las comisiones internas de Knnor y Hellmans se pusieron a la cabeza de conformar la lista Naranja que van a enfrentar a la burocracia de la Verde de Morán.
Esta conquista sirve para el conjunto de los trabajadores no solo para enfrentar las largas jornadas de trabajo, sino que demuestra también que se puede enfrentar el ajuste en curso.
Ahora en Unilever solo quedará como un triste recuerdo el tener que entrar el domingo a las 22 a trabajar. Nunca más un trabajador de Hellmans va a pedir disculpas a sus hijos, padres, hermanos y seres queridos por no compartir momentos con ellos. Ya no se va a escuchar un domingo a un obrero de Knnor decir la frase “me tengo que ir a trabajar” mientras el resto de la familia está reunida compartiendo momentos. | 
