En otra muestra de la lógica de recompensa “al esfuerzo individual” y meritocracia, el ENARD publicó en su sitio oficial el valor de la recompensa que otorgará a cada deportista o equipo que conquiste una presea de oro, plata o bronce en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016.
Quien conquiste una medalla de oro recibirá 75.000 dólares; por la de plata ganará 35.000 dólares y con la de bronce percibirá 25.000 dólares. Para entrenadores, los premios pautados son 18.750, 8.750 y 6.250 dólares, respectivamente. Los equipos que conquisten la presea dorada ganarán 350.000 dólares, con la de plata obtendrán 250.000 y con la de bronce 150.000 dólares. El anuncio fue reproducido por el Presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein.
La lógica de premiar a los ganadores en lugar de hacer un aporte para colaborar con los deportistas que más esfuerzo deben realizar para competir tiene la marca de aquello que promocionaba una publicidad de autos y que tanto se emparenta con la ideología oficialista: la meritocracia, es decir la valoración del “mérito” individual.
La mayoría de las disciplinas olímpicas no cuenta con apoyo oficial y muchos de los atletas deben viajar a competir con fondos propios o de amistades y familiares; en muchos casos trabajan (y también estudian) para poder costearse la práctica de una disciplina. Deportistas profesionales, como muchos futbolistas, corren con ventaja en relación a otros que no tienen facilidades para practicar un deporte; parten de mejores condiciones, sin importar ningún “merito”. Con esta lógica, el mérito sería simplemente GANAR.
El Gobierno vía el ENARD, sólo piensa en premiar “ganadores”. Ser ganador o ganadora es el “mérito”. Las condiciones en las que se desempeña un esfuerzo por llegar a una competencia no tiene ningún valor. |