Según información ofrecida por The Guardian, la primera dama de México, Angélica Rivera, ha estado habitando un inmueble en Key Biscayne, al sur de Miami, en Florida. Este departamento, valuado en 2.05 millones de dólares, pertenece al Grupo Pierdant, empresa que figura entre las participantes para conseguir una licitación que le permita desarrollar puertos marítimos en territorio mexicano. Un negocio que, de concretarse, traería millonarias ganancias a esta empresa.
Esta relación despierta suspicacias por lo anómalo que resulta que Rivera ocupe regularmente un inmueble propiedad de una empresa que está en espera para conseguir una participación en el desarrollo de la infraestructura comercial nacional, cuyos impuestos son pagados por el mismo Grupo.
Ubicado en un desarrollo habitacional privado de lujo, con alberca y canchas de tenis, este departamento es una muestra más de la opulencia en la que vive la casta política de nuestro país. Recuerda el escándalo de la “casa blanca”, inmueble construido por Grupo Higa ubicado en la Ciudad de México, cuyos recursos jamás fueron satisfactoriamente explicados por Presidencia.
Leer: La “casita” blanca de Angélica Rivera y las fortunas mal habidas de los políticos y empresarios
Propiedades de Rivera “asunto de seguridad nacional”: Presidencia
Eduardo Sánchez, vocero de Enrique Peña Nieto, ha salido a negar la información vertida por el diario británico, asegurando que se trata de “una especulación a todas luces dolosa”. Aseguró que Angélica Rivera había declarado en 2014 ya la existencia de esa propiedad (en su posesión desde 2005), sin embargo, la dirección del departamento ubicado en la Ocean Tower One no coincide con la información de The Guardian y que, sin embargo, comparten línea telefónica y servicio postal.
Tras asegurar que las propiedades de la primera dama son asunto de seguridad nacional, Presidencia dijo que no había nadie disponible para hablar más sobre el tema.
Este nuevo escándalo llega a menos de un mes de la promulgación del Sistema Nacional Anticorrupción, en cuya ceremonia EPN pidió disculpas por el “error” que significó el asunto de la “Casa Blanca”. | 
