Los docentes y trabajadores estatales venimos de una semana donde demostramos que hay predisposición y decisión de no permitir que nos impongan salarios que no nos alcanza para llegar a fin de mes. La bronca acrecentó a medida que Morales y sus funcionarios atacaban a los trabajadores que, con mucho esfuerzo, garantizan la educación, salud, y servicios públicos, mientras circulaban públicamente los jugosos sueldos de los mismos que superan los $100.000.
Sin embargo, las campañas mediáticas que demonizaban a los trabajadores intentando dividirlos, enfrentarlos con los padres y alumnos, las amenazas públicas y en los lugares de trabajo o el “no te metas” tuvo un efecto contrario a lo pretendido por el gobierno. El acatamiento de las 48 hs. de paro fue importante en las escuelas y reparticiones públicas, lo que demostró un malestar masivo, aún de quienes acompañaron el “cambio” prometido por Morales.
Este gobierno no se contenta sólo con imponer techos salariales que están muy por debajo de los $19.000 de la canasta básica familiar, o de los aumentos de las tarifas de servicios esenciales, alimentos o transporte, sino que arremete con derechos constitucionales conquistados como el derecho a hacer paro, o la sanción a la organización sindical, como los $2.000.000 que pretende cobrar al sindicato azucarero de Ledesma por no acatar la conciliación obligatoria.
Mientras lanza una cacería de brujas solicitando listas negras, reafirma su decisión de multar a los miles que se atrevieron a no bajar la cabeza. La pulseada no solamente es para quitarles a los trabajadores la riqueza que generan y dársela a un puñado de empresarios que facturan millones por año y viven como ricos, sino, y sobre todo, es para disciplinar a más de 80 mil familias para que acepten la miseria de lo posible, atacando también a la organización sindical y a los delegados. Por eso se mantiene inflexible con los 24 sindicatos en la provincia que definieron medidas de lucha en común. Morales tiene que dividir para poder gobernar.
El paro fortaleció a miles de trabajadores que se animaron a decir NO en una provincia donde reina la desigualdad, el miedo y el hostigamiento a los que se oponen. Esa fortaleza llevó a los trabajadores a preguntarse y discutir cómo continuar la lucha, y qué medidas llevar adelante para conseguir el pliego de reivindicaciones, pero también para impedir los descuentos de los días de paro. La asamblea en los lugares de trabajo y plenarios de delegados con mandato es clave para poder avanzar en este aspecto, de manera urgente.
Las maestras, docentes y estatales que integramos la Agrupación Marrón Clasista en Jujuy, venimos planteando la necesidad de definir un paro activo y movilización de 36hs, como primer paso de un plan de lucha provincial, definido en plenario provincial de delegados y activistas de todos los sindicatos y de manera democrática, para enfrentar este ataque, por salarios igual a la canasta básica familiar ($19.000), contra el tarifazo, y para defender el derecho a huelga y enfrentar la criminalización de la protesta, como lo venimos planteando a nivel nacional como parte del sindicalismo combativo y la izquierda, que en Capital Federal movilizará para exigir a las centrales sindicales que rompan la tregua y llamen a un paro nacional para enfrentar los tarifazos.
Fuerzas hay, quedó demostrado con el paro de 48 hs. La movilización en las calles y el paro activo coordinado la vía para torcerle el brazo al gobierno policíaco de Morales y Haquim y defender nuestros derechos. |
