En el Estadio Deodoro, Marjorie Yuri Enya, voluntaria de los Juegos Olímpicos de Río, e Izzy Cerullo, jugadora de la selección brasileña olímpica de rugby que salió novena, dijeron: “Sí, quiero”. Y la foto se viralizó por todas las redes sociales del mundo haciendo historia.
Te puede interesar: Tackle a la lesbofobia
En estos juegos hay otra pareja de mujeres que también demuestra que el “amor gana”. Se trata del matrimonio compuesto por las dos jugadoras de hockey sobre césped, pertenecientes al seleccionado inglés. Ellas son Kate Walsh y Helen Richardson. Las jugadoras no sólo son compañeras de equipo sino que están casadas hace tres años.
Las chicas inglesas se conocieron en los Juegos Olímpicos de Pekin 2008 y desde ese momento manifestaron su amor frente al resto de sus compañeras que si bien conocían la orientación sexual de Kate y de Helen, se sintieron “flasheadas” al conocer la relación. En Inglaterra, la Unión Civil entre personas del mismo sexo está legislada desde el año 2004, ampliándose derechos en el 2007 con la llegada de la Ley de Igualdad de orientación sexual.
Pero no sólo el amor gana y nos alegra, sino también ganan los derechos conquistados en las calles por la comunidad LGTBI alrededor del globo, conquista que no es ni ha sido fácil. Y gana también la posibilidad de romper con ciertos estereotipos en el deporte, que señalan qué deportes serían apropiados para las mujeres y con qué cuerpos, sin tener en cuenta el desempeño deportivo. |