Cuando salimos sorteados para la entrega de una vivienda en noviembre de 2014, pensamos que el sueño de la casa propia estaba muy cerca de concretarse. Estábamos muy contentos porque sabemos que el déficit habitacional es uno de los principales problemas que sufrimos los trabajadores en Argentina. Cuando la demora y la falta de respuestas se hicieron patentes, los beneficiarios comenzamos a organizarnos. Lo que comenzó como un intercambio de información extraoficial por Facebook, fue tomando cuerpo hasta llegar a una asamblea que agrupa a más de 100 familias. Hicimos asambleas, reuniones con diferentes actores políticos, impulsamos petitorios y comenzamos con las acciones legales. Ahora estamos pensando en acciones que hagan más ruido para que nuestra voz finalmente sea escuchada. En la última asamblea, la número 13, entrevistamos a Matías Fortunatti, abogado y referente de los vecinos del Pro.Cre.Ar. de Tigre.
¿Cómo se llevó a cabo la asignación de viviendas Pro.Cre..Ar?
Se hizo a través de un sorteo por Lotería Nacional en un teatro local al que invitaron a todos los inscriptos. Fue presenciado por el entonces titular de Anses, Diego Bossio. Se sortearon 442 viviendas, 1 titular y dos suplentes por cada una.
¿Cómo fue el contrato inicial que firmaron?
Los contratos se firmaron entre fines de 2014 y principios de 2015. En ese momento en el banco nos dijeron que las casas iban a ser entregadas en un plazo de seis meses. Nos hicieron una evaluación de nuestros ingresos por ese entonces, para determinar el monto de las cuotas de la preventa y de las que deberíamos pagar una vez entregada la vivienda. Se establecieron 5 segmentos que abarcaban desde $ 300 el más bajo hasta $ 6000 el más alto. Nos asignaron un segmento a cada uno estableciendo un valor fijo a pagar para las cuotas durante los primeros cinco años, que después podría variar para los 15 años restantes pero con un tope máximo. Ese acuerdo firmado es lo que no está queriendo reconocer el Hipotecario.
¿Cuál es el estado de situación actual?
Con el cambio de gobierno nos encontramos en principio con una desinformación total por parte del banco, del fideicomiso Pro.Cre..Ar. y del titular del Anses Nacional, Emilio Basavilbaso. El plan Pro.Cre..Ar. viene a paliar un déficit en el derecho a la vivienda de las clases medias y trabajadoras, que hace años que no podemos acceder. Pero el titular del Anses, después de casi un año de ejercicio de su cargo, sigue sin tener idea de qué se trata. Es más, declaró que el plan estaba destinado a que la clase alta se construya su casa de fin de semana en el country. Es una barbaridad que tengamos gente como ésta al frente del Anses.
El problema que tenemos ahora es que el banco no cumplió su rol de fiduciario y las viviendas que prometieron entregar a mediados de 2015, aún las estamos esperando. Y como desde el momento en que nos evaluaron en 2014 hasta hoy hubo una gran inflación, nos quieren reevaluar y llevarnos a los segmentos más altos. El poder adquisitivo de nuestro salario cayó fuertemente y encima nos quieren aumentar las cuotas a causa de un retraso que es culpa de ellos. Nosotros planificamos nuestra vida económica y financiera a partir de ese acuerdo que ahora desvirtúan y lo quieren duplicar y hasta triplicar, como hicieron con los tarifazos en los servicios. El cambio de segmento no sólo aumenta la cuota sino también la tasa de interés del crédito hipotecario. La idea del gobierno es que todos quedemos en el segmento más alto y los que ahora superan el tope de $ 35.000 de ingreso queden fuera del programa. Esa reevaluación no está establecida en ninguno de los términos y condiciones, de las cláusulas que firmamos.
¿Quiénes son los responsables y cuáles son los perjuicios ocasionados a los beneficiarios?
Los vecinos afectados por esta demora y estos cambios arbitrarios estamos reclamándole al Banco Hipotecario que es el responsable legal que no cumplió con lo pactado. Pero la responsabilidad política es del gobierno nacional, que evidentemente no tiene la intención de gobernar para los que menos tienen, como se ve con los tarifazos. Lo único que les importa son las empresas. Para ellos es inconcebible que un banco no gane como lo haría con las tasas del mercado, por eso le cuidan la rentabilidad y lo tenemos que pagar nosotros.
Los prejuicios que nos ocasionaron son varios. Muchos dependen de la situación en la que se encuentre cada vecino. Por ejemplo, tenemos una familia que actualmente vive en San Martin y como le dijeron que a principios de año que le entregaban la casa, anotaron a sus chicos para la escuela en Tigre. La madre se viene de lunes a viernes a las 8, se queda haciendo tiempo cerca de la escuela hasta las 12, cuando los retira y regresan a San Martín. Otro perjuicio es el que le ocasionan a las familias que alquilan, que son la inmensa mayoría porque el plan está destinado a quienes no tienen vivienda. Entonces se vencen los contratos, no sabes si renovar o no, los alquileres aumentan… a eso súmale la angustia que te genera no saber dónde vas a ir a parar. Hay gente que ya se bajó del programa por esta incertidumbre. De hecho, una de las beneficiarias tuvo un preinfarto por este motivo. Y yo te cuento sólo lo que está pasando en Tigre, pero esta es una situación a nivel nacional que se da en todos los Desarrollos Urbanísticos del país, con gente que está aún peor que nosotros.
¿Y esto es sólo responsabilidad del macrismo? Porque las viviendas deberían haber sido entregadas a mediados de 2015…
Claro, el gobierno anterior las debería haber entregado en tiempo y forma. En ese momento, pasé por la obra y vi que no iban a llegar porque iba todo muy lento. Una de las empresas constructoras es Farallon. Evidentemente entre esta empresa y José Lopez hubo una relación no del todo transparente y hasta te diría turbia. Con la devaluación de 2014 los precios de la construcción aumentaron y el fideicomiso se quedó sin fondos. Ese dinero faltante salía del tesoro nacional. Una decisión política de transferir fondos de una dependencia a otra que el gobierno actual no quiere sostener. Y esto se empeoró con la nueva devaluación que hizo el macrismo y que aumentó más aún los precios de la construcción. La responsabilidad entonces es de ambos gobiernos. Pero si el gobierno anterior hubiese cumplido en tiempo y forma con la entrega, esto no estaría sucediendo. |