Trabajadoras, mujeres, sostenes de hogar. Ellas se presentan contando lo que es su vida y su lucha e invitan a participar del torneo organizado por la agrupación de mujeres Pan y Rosas, el 13 de agosto, a pelear por los derechos de las mujeres y a organizarse. Desde estas páginas, así como reproducimos las voces de Romina, Valeria y Patricia, invitamos a que miles de mujeres nos cuenten sus vidas, las problemáticas de sus trabajos, sus pasiones, sus gustos. Reproducimos abajo estas cartas “de mujer a mujer”.
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Somos Romina y Valeria y desde abril estamos peleando por volver a nuestro trabajo, por recuperar el empleo. Desde hace varios años que trabajamos en la fábrica de juguetes Rasti. Hace ya cuatro meses que fuimos despedidas de manera injusta, antisindical y discriminatoria. En la fábrica nos exigen ritmos de producción que nos lastiman, nos enferman, y encima nos dejan en la calle. Esta es la situación de muchas compañeras que aún están adentro. Romina fue despedida el mismo día que la ART le dio el alta y le exigió a la empresa que haga tareas livianas. Yo, Valeria, fui despedida después de 12 años por manifestar en una asamblea las condiciones de trabajo de las mujeres dentro de la fábrica. Durante todo este tiempo recibimos la solidaridad y acompañamiento de muchas trabajadoras y trabajadores y también estudiantes, que nos escucharon y apoyaron.
Te invitamos a que participes del torneo organizado por Pan y Rosas, para que intercambiemos experiencias, nos escuchemos y organicemos para que las empresas no crean que somos descartables, y las dueñas de nuestra vida. Participa junto a nosotras, ¡Te esperamos el 13 de Agosto!
“Merecemos algo mejor que ambientes machistas o tener que bancarse la humillación por conservar el puesto”
Soy Patricia, tengo 26 años y como la mayoría de los jóvenes he pasado por muchos trabajos precarizados, temporales y explotadores, que te hacen sentir literalmente como material descartable. Operaria en Felfort, donde los ritmos de producción eran quemantes para tu cabeza y cuerpo; podías pasar 12 horas parada en el mismo lugar trabajando y esperando ese permiso para ir al baño, que siempre tardaba. Ahí no se conoce la higiene: lo que se cae, se vuelve a utilizar. Alimenticias, Textiles, Gráficas, Telgopor, Comercio, turnos rotativos y 12 horas los domingos. Ésa es nuestra lucha: levantarse cada mañana e intentar vivir donde el pensamiento no es anulado ni tapado por el ruido de las máquinas o del patrón, donde los gustos no son borrados por nuestro cansancio. Ya lo sabemos, las empresas solo quieren absorberte la energía para que no pienses que organizarte es la única manera para frenarles la mano y mejorar tus condiciones de trabajo. No solo las nuestras sino la de todas las trabajadoras, porque merecemos algo mejor que ambientes machistas o tener que bancarse la humillación por conservar el puesto; sabiendo que alquilo y sin trabajo me quedo sin techo.
Es por esto que en el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres es donde podemos plantear estos casos, donde miles de mujeres nos escuchamos y decimos basta de opresión y explotación.
Te invito a participar del torneo de fútbol que organizamos desde Pan y Rosas este 13/08, donde cada una tiene una lucha personal, pero también una lucha social y es avanzar con nuestras conquistas porque si nos tocan a una, nos organizamos miles. |