Desde hace años, el predio conocido como Campo La Juanita, ubicado en la ciudad de Grand Bourg, se ha convertido en un enorme basural, depósito para las cargas contaminantes de camiones pertenecientes al municipio y empresas privadas. Los vecinos han reclamado y efectuado denuncias en reiteradas ocasiones, las cuales jamás fueron atendidas. El municipio se ha excusado diciendo que los desperdicios depositados allí son sólo “ramas y troncos de árboles”.
El municipio opera a cara descubierta durante todo el día. Los camiones municipales descargan residuos de todo tipo en enormes cavas, en su momento utilizadas para la extracción de tosca. Más tarde, las montañas de residuos son quemadas, lo que provoca las gruesas columnas de humo que hacen la vida imposible al vecindario. Si alguien al inicio de la nota, se preguntaba ¿Qué se hace con el relleno sanitario? Pues ahora lo saben.
Es entendible que esta operatoria suponga un enorme ahorro económico, ya que por ley, los ejecutivos comunales deben llevar los residuos al CEAMSE. Por el contrario, a ningún funcionario pareció importarle el daño ambiental y los efectos de contaminación sobre el aire y las napas acuíferas que, como los mismos vecinos del barrio afirman, ya están contaminadas con arsénico. Es claro que el deterioro del medio ambiente en zonas urbanas impacta inmediatamente en la salud de la población aledaña.
Una vecina de la calle Canadá, comenta: “Me despierto a las 5:00 am a prepararme para asistir a la Universidad y puedo observar como entran y salen los camiones municipales y de empresas privadas. Al llegar la tarde las pilas de basura son quemadas, y al arder el olor es insoportable y la densa nube de humo parece un miasma que te imposibilita respirar. Cariglino se fue, pero la corrupción sigue.”
Además, lindando con el barrio El Triangulo, sobre la calle Patricias Mendocinas, se encuentra una peligrosa tosquera. La extracción de tierra puede extender la contaminación del aire y del suelo a las napas de agua subterráneas si los residuos toman contacto con éstas, agravando aun más la situación.
Distinta gestión, el mismo problema
Según testimonian vecinos y trabajadores del barrio, la gestión del ex intendente Cariglino nunca dio solución al problema. El año pasado, durante el período de elecciones, momentáneamente se detuvo el ingreso de camiones, pero ya por octubre los camiones volvieron a ingresar. El actual intendente, “Leo” Nardini (FpV), ha mantenido esta práctica generando desilusión entre los vecinos que le dieron su voto con expectativas de que esta situación se acabe.
El municipio de Malvinas Argentinas cuenta con un programa llamado “Reciclado de Residuos Sólidos Urbanos” también conocido como R.S.U cuyo fin es “disminuir la cantidad de residuos en todo el partido y de esta manera generar Conciencia Ecológica, separando, cartón, papel, botellas plásticas, tergopol, bolsas de plástico, vidrio, etc.” Pero los habitantes del partido desconocen cómo funciona el mismo y cuan eficaz puede llegar a ser. Basta con mencionar que no existen campañas de concientización de separación de residuos a nivel domestico, y no hay un solo día de la semana donde se deba sacar la basura en bolsas separadas. La supuesta planta de reciclaje de Malvinas Argentinas se ubica en el predio municipal y lo que ellos llaman planta, no es más que un taller, un galpón donde un mínimo número de personas separa la basura en distintas bolsas.
Un distrito con una población de más de 320 mil habitantes como Malvinas Argentinas debe darse una política de saneamiento de espacios públicos, arroyos y napas contaminadas, para que dejen de ser los vecinos de los barrios obreros quienes paguen con su salud la desidia histórica del gobierno municipal y provincial, y las empresas de la zona que también vierten sus desperdicio industriales en el territorio.
En próximas notas seguiremos abordando esta problemática. |