En el marco de la situación política y económica actual, con la llegada del segundo semestre, tarifazos y salarios carcomidos por la inflación, inicia el proceso electoral en el Sindicato Ademys. Las centrales y conducciones burocráticas de los gremios todo lo que han hecho durante los primeros 8 meses del año, fue garantizar la tregua al ajuste de Macri y los gobiernos provinciales, entregando el bolsillo de los trabajadores. “Hay que esperar”, “acumular fuerzas” y “garantizar la unidad” todas frases para esconder lo que realmente están haciendo: darle la espalda al pueblo pobre y trabajador que sufre los tarifazos y las paritarias a la baja. La relación de fuerzas entre el gobierno neoliberal de cambiemos y los trabajadores, aún no está delineada, ya que el gobierno continúa siendo tan neoliberal como la relación de fuerzas se lo permite. Quedó demostrado con el freno a los tarifazos de Macri y Aranguren, que aún pujan por hacer pasar. En este marco los docentes de CABA, nucleados en el sindicato porteño Ademys, se preparan para debatir qué sindicato, qué conducción y qué plan de lucha es necesario para enfrentar el ajuste y la nueva etapa que se abrió a partir del triunfo del macrismo en diciembre del 2015.
En la Ciudad de Buenos Aires venimos transitado la experiencia con el macrismo desde hace años, también con el kirchnerismo en la conducción del sindicato mayoritario (UTE) que ha dejado pasar todos y cada uno de los ataques a la educación pública y sus maestros. Nada novedoso es lo que prepara el gobierno a nivel nacional. La tregua de la Celeste tampoco sorprende para quiénes los vimos entregar en las juntas, los cierres de grado, el estatuto docente, la evaluación externa, las vacantes para los chicos, entre otras tantas.
El activismo docente referenciado en Ademys ha sido parte de las importantes luchas de los docentes porteños ante los ataques del PRO. La actual conducción multicolor es una referencia de independencia política para los trabajadores docentes de la ciudad, que ha mantenido la independencia del Estado. Una conducción que no ha negociado con la patronal ni con ninguna variante de los bloques políticos patronales. Todo lo contrario, ha sabido confluir con lo más avanzado de la izquierda para defender los intereses de la educación pública y sus trabajadores. Presentando en común y apoyando proyectos legislativos al servicio de las luchas docentes y por mejoras en la educación pública, como los presentados conjuntamente con el Frente de Izquierda.
Una conducción para esta situación
La discusión sobre la nueva conducción tiene que estar al servicio del debate en las escuelas sobre cómo pelear para enfrentar el ajuste. Las agrupaciones que conforman la Lista Multicolor, como la Corriente 9 de Abril, con dos miembros en la Comisión directiva, son parte de forjar una tradición clasista en el Sindicato.
Impulsando asambleas abiertas a afiliados de éste, de otros sindicatos y no afiliados a ninguno. Reivindicando la soberanía de las Asambleas. Impulsando la unidad de la docencia por abajo frente a la fragmentación que existe por arriba con la división en 17 sindicatos. Donando el Plus de las Juntas para los fondos de las luchas de los trabajadores a lo largo y ancho del país. Manteniendo cargos en las escuelas contra la burocratización de quiénes hacen “carrera” y se atornillan en sillones. Se han reformado los estatutos del sindicato incorporando una secretaría de las mujeres y otras reformas, en el camino de avanzar en la democracia sindical. En un sindicato de mayoría mujeres es una gran conquista haber puesto en pie esa secretaría y dar la pelea por su representación en el Consejo Directivo.
La pelea por fortalecer la unidad de las filas obreras, contra el corporativismo y las divisiones que impone la patronal, por la defensa de todos nuestros derechos, por la unificación de las luchas -junto por ejemplo a los estatales este año- y por la participación en la delegación del sindicato al Encuentro Nacional de Mujeres de compañeras trabajadoras de comedores escolares y auxiliares de escuela -a quienes su sindicato les niega la posibilidad de participar- son parte de la construcción de un sindicato clasista con ambiciones de ganar cada pelea que da.
En esta nueva etapa abierta se presenta el desafío forjar una conducción para la docencia que se proponga superar a la burocracia sindical. El proceso electoral y la situación política amerita llenar de vida el sindicato, y que los docentes de las escuelas sean parte activa de la vida de las asambleas, de las decisiones. El debate electoral debe estar al servicio de pensar cómo enfrentar y derrotar el ajuste. Para eso es necesario que muchos docentes se organicen para enfrentar a la actual conducción Celeste de la UTE, quien recién ahora se propone llamar a medidas de fuerza ante el creciente descontento por abajo. Buscan descomprimir más que luchar para pararle la mano al macrismo.
Por todo esto hay que salir a disputarle los paros y cada “acción” de lucha a la burocracia. Luego de meses de tregua, intentan contener con medidas aisladas la bronca con la que llegó el segundo semestre. La bronca de no llegar a fin de mes, de no poder pagar el alquiler. La conducción de Ademys puede superar la conducción entreguista de UTE si le disputa exigiendo desde abajo un verdadero plan de lucha para ganar. Para que Ademys se convierta en el principal sindicato de CABA, su conducción tiene que pelear abiertamente y sin dar respiro contra la burocracia. Con esta perspectiva, desde la Corriente 9 de Abril llamamos a los afiliados y al activismo de Ademys a ser parte de este debate en el sindicato durante la asamblea que se llevará a cabo en ATE Capital este Jueves 18, a las 18 h. en Av. Belgrano 2527. |