La recesión también afecta a la industria automotriz que ya está dando señales de crisis. La multinacional Ford suspendió a 300 trabajadores de su planta ubicada en el El Talar de Pacheco, en la zona norte del conurbano, al mismo tiempo que ofreció retiros “voluntarios”. Éstos últimos son presentados, cínicamente, como una posible solución para evitar “despidos no queridos”.
Esta decisión empresarial fue comunicada a los trabajadores mediante un documento interno, firmado por la gerencia de Recursos Humanos y los delegados de SMATA, donde se señala que los obreros serán suspendidos hasta fin de año. En palabras empresariales, se refieren a los trabajadores como el “personal excedente a consecuencia del reajuste de capacidad (rebalanceo).”
Los 300 obreros afectados por la suspensión pasarán a cobrar el 75% de su salario bruto y quedarán fuera de la planta hasta finales de 2016.
En la planta, ubicada frente a la exDonnelley –que hoy se encuentra produciendo bajo control de sus trabajadores-, donde se fabrican la Camioneta Ranger, el nuevo Focus y el Ford K, se reducirá la producción en un diez por ciento.
Las suspensiones en Ford, se suman a los más de 4 mil trabajadores en la misma situación de las automotrices Renault, Fiat Iveco y Volkswagen de Córdoba.
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