Argentina dio el máximo para poder complicar al mejor equipo del mundo. Todo el partido se jugó con el corazón de estos leones que se llevaron los aplausos y aliento de todo el estadio por los mejores años de nivel basquetbolístico argentino. Terminó siendo 105-78 para los norteamericanos, pero solo quedan aplausos para lo que quedaba de la famosa “Generación Dorada”.
Luego de una buena fase preliminar, que terminó con un cuádruple empate entre los clasificados, nuestra selección cayó en el último lugar de los que pasaban a cuartos de final por pequeños detalles. Fue una pena, ya que jugando a gran nivel, no se pudo evitar a Estados Unidos. Esto hace que en un 99% de veces, te quedes sin medalla.
Se sabe la diferencia de nivel que hay entre un equipo y otro. Pero con estos jugadores es imposible que no haya un dejo de esperanza. Esta generación de jugadores nos enseñó eso, se le puede pelear a cualquiera, esto es 5v5. Generación que llega a su fin, pero que no eran estos 4 jugadores (Delfino, Manu, Luis y Chapu), no nos podemos olvidar de Fabricio Oberto, Montecchia, Leo Gutierrez, Wolkowyski, entre tantos otros.
Más allá de eso, el equipo es otro. Las posibilidades eran las mínimas, ellos lo sabían y se dio la lógica.
El primer cuarto, a diferencia del resto del partido, fue muy parejo. Incluso, tuvo que ser emparejado por Estados Unidos. Argentina salió agresiva y con mucha eficacia. A falta de 5 minutos llevaba una ventaja de 10 puntos (19-9) con una actuación magnífica de Campazzo, como a lo largo del torneo. Seguramente, luego de la eliminación, Facu será tenido muy en cuenta por equipos de NBA, porque el enano demostró que está a la altura, a pesar de sus cortos 178cm.
Se sabía que el “Alma” no podía mantener este ritmo mucho tiempo, más allá del cansancio, enfrente estaba el Dream Team y cuando se despertaron, se escaparon y mucho en el resultado. El que nunca estuvo dormido fue el nuevo hombre de los Warriors, Kevin Durant. El alero llenó de bombazos el aro nacional. Si no fuese por el ex Thunder, Argentina se podría haber llevado el primer cuarto, pero fue para los norteamerianos, que con un parcial de 16-2 se lo llevó 25-21.
El segundo cuarto servía para ver si la albiceleste podía mantener ese nivel y tener corto el partido, o para que los norteamericanos se mostraran en plenitud y poder demostrar, en puntos, la diferencia hay. Se empezó a fallar en la zona del perímetro y se perdían los rebotes en ambos costados. Ingresó Nico Laprovittola que no tuvo un buen partido, y Carlitos Delfino. Durant seguía caliente, y gracias a eso, se sumaron los demás. Aquí se vio una gran ventaja, se lo llevaron 31-19 y el primer tiempo terminó 56-40.
Había esperanza, cada vez menos, pero el partido fue tornándose más para el ámbito emocional al saber que era la última función de una de las mejores, sino la mejor, generación de deportistas argentinos en la historia.
El segundo tiempo fue más para ver a los “dorados”, que para soñar con una remontada. La ventaja de a poco se iba estirando más, pero la hinchada argentina gritaba aún más. Durant convirtió 27 en la primera mitad y fue suficiente. Fue el goleador del partido y lo liquidó en ese momento. Manu fue el goleador argentino con 14, y Campazzo convirtió 13, siendo claramente el mejor jugador del torneo, tal vez junto al “Chapu Nocioni”.
El resultado final fue de 105-78, pero el público se centraba en otra cosa.
En el final, ingresaron los 4 dorados que quedaban. Manu, Luis, Chapu, Carlos fueron los protagonistas, ya no en el juego, no se puede ser cara dura y pedirle más. Lo que hicieron, junto a otros, pero con Manu Ginóbili como súper figura, será inolvidable. Coronándolo en un Oro en Atenas 2004 y Bornce en Beijing 2008. Lo único que faltó fue un campeonato del mundo, se pudo dar en Indianápolis 2002, donde se venció a Estados Unidos pero no se pudo con Yugoslavia en una polémica final.
Además de los logros en el juego que quedarán escritos. El legado moral que dejan parece que es aún mayor. Hicieron que el básquetbol argentino (que no era potencia hace 15 años) sea respetada. Y además, hacer temblar a USA, y bajarlos varias veces del caballo. Gracias a ellos, el público ve al básquet de otra manera, de una muy buena manera y quedan jugadores para continuar de buena forma participando en juegos olímpicos.
Llevándolo al fútbol, luego de Maradona pasaron 20 años y apareció Messi. Luego de Manu o Luis, pasará bastante tiempo, si es que sucede, para aparezca otro jugador con características similares.
Pero lo importante de esta generación es que hace más grande a los jugadores que vienen, tomando su legado, más allá del nombre.
Desde Barcelona 1992, Estados Unidos puede llevar jugadores NBA. Allí se formó el famoso Dream Team con MJ, Magic, Larry Bird, etc. Desde allí siempre se llevó el Oro olímpico, excepto en Atenas 2004. Eso si que va a ser recordado.
¿Se pudo haber pedido un poco más en estos juegos?, SÍ. ¿Tuvo el juego la selección para quedar 2 o 3 en el grupo y aspirar con las semifinales? También. Tuvo mala suerte, los resultados ajenos no ayudaron para nada, y se diría que de rebote, tocó jugar cuartos de final con Estados Unidos.
En los últimos juegos (Desde Atenas 2004 hasta Londres 2012) nos enfrentamos siempre con los yanquis, pero en semifinales. Lo que significa que ante una eventual y predecible derrota, se pueda lograr una medalla. En Atenas los vencimos y nos quedamos con el Oro. En 2008 caímos y nos quedamos con el Bronce, y en el último también caímos pero nos quedamos sin nada.
Ellos saben que no se les puede pedir más, pero también saben que se pudo llegar más lejos y pelear por una medalla, lamentablemente no se pudo.
Sólo queda aplaudir a estos muchachos y saber que quedan jugadores dignos de ser acompañados a todos lados. Garino y Brussino a la NBA, y Facu Campazzo en un nivel notable, entre otros.
El torneo terminó para Argentina y para ésta enorme generación. Pero la lucha de los equipos continúa. En una final anticipada, España enfrenta al Dream Team en semifinales el próximo viernes. La otra semifinal será entre Australia y el ganador de Croacia vs Serbia.
Para cerrar esta nota, sólo resta decir: ¡Gracias muchachos! |