Durante la inauguración de la quinta sesión de los foros de consulta del “nuevo modelo educativo”, en la SEP, Aurelio Nuño declaró cínicamente que las escuelas normales son y seguirán siendo el centro de la formación de docentes en México, con la seria acotación de que lo serían pero con el “acompañamiento” de las universidades.
Advirtió que de los cambios que está habiendo en la educación, el central y de mayor profundidad sería ahí en las normales.
Digo cínicamente pues mientras declara que el “sostén” o “pilar” de la formación de docentes está en las normales y que quiere “fortalecerlas”, miles de normalistas salimos a las calles, como nuestros compañeros de las rurales, a exigir que se publique la convocatoria de nuevo ingreso para sus escuelas y que se respete la matrícula.
Mientras frente a los medios se pinta la cara de “preocupación” por nuestras escuelas, el gobierno desaparece y encarcela normalistas por exigir su derecho a la educación superior normalista y al empleo. Mientras la desaparición forzada de nuestros 43 compañeros de Ayotzinapa hace ya casi dos años se mantiene impune; en Ecuandureo y Morelia, Michoacán, el gobierno volvió hace unos días a mostrar su saña contra los normalistas, reprimiendo y deteniendo a 41, acusándolos de robo y secuestro, los que luego fueron trasladados a un penal de la entidad.
Durante la redacción de esta nota, veintiocho de nuestros 39 compañeros fueron liberados, pero desde aquí decimos, ¡Libertad inmediata e incondicional a los once, ya!
“Fortalecer”… el golpe a las normales
Nuño anunció que en unos meses tendrían una “estrategia para fortalecer a las escuelas normales”.
Parece que debemos esperar a que nuestras escuelas adopten esa propuesta para que sean atendidas, aunque en la misma sintonía que la Reforma Educativa y el “nuevo modelo educativo” no podemos esperar más que medidas autoritarias para terminar de desmantelarlas o para iniciar su privatización, tal como lo están haciendo con nuestro empleo y la educación básica.
Y es que el “fortalecimiento” del que habla Nuño no es más que la imposición de la Reforma Educativa y el nuevo modelo educativo en las escuelas normales. Una reforma que para los normalistas es “educativa” desde el momento en que pretende mostrarnos que en el magisterio no encontraremos más que precarización, sometimiento y formas para adiestrar mejor a nuestros alumnos para “competir” por empleos esclavizantes.
El fortalecimiento del golpe a las normales va en el sentido de vaciarlas, desprestigiarlas, asfixiarlas presupuestalmente o, como ya lo han hecho, cerrarlas de tajo por ser “nidos de guerrilleros o de delincuentes”.
Debemos prepararnos
A la embestida contra el magisterio combativo que resiste la Reforma Educativa, debemos sumar nuestro coraje como normalistas en defensa de la educación pública y aún más, porque somos una “juventud sin miedo”, como gritan nuestros compañeros en Chile, que nada debe temer, pues encima tenemos los planes expoliadores de los países imperialistas y de la burguesía nacional; traducida en Reformas como la energética, la educativa, la del ISSSTE, la laboral y próximamente la de salud y a las normales.
Debemos sumar nuestra fuerza de manera organizada llamando a un encuentro nacional normalista que aliste la defensa de nuestras escuelas y que al mismo tiempo camine junto al magisterio y al grueso de los trabajadores que son afectados por estas reformas, como los miles de trabajadores despedidos de Pemex, o los telefonistas y trabajadores de la Caja de Ahorros a los que Slim les impone el pago de su propia jubilación. Junto a ellos, debemos discutir cómo enfrentar la represión del Estado contra el normalismo, el magisterio y los luchadores sociales, así como lograr la libertad de todos los maestros, normalistas y presos políticos. |