Entrevistamos a Sebastián, Nano, Gabriel y Sikus. Influencias, estilos y mercantilización de la cultura, fueron algunos temas de los que hablaron. Más de veinte años y nada cambió su amor.
Entre fines de los ‘80 y principios de los ’90, la zona sur del Gran Buenos Aires supo gestar algunas de las bandas más representativas del punk rock local. En 1987 se formaba 2 minutos; un año después, aparecía Sin Ley y Ricky Espinosa entraba a Flema; en 1991 nacía Superuva; y, en el 93’, en Banfield, comenzaba a sonar Expulsados.
A lo largo de sus veintitrés años de historia, esta banda dio incontables shows, organizó giras y compartió fechas con artistas como Marky Ramone o el grupo de punk inglés The Lurkers. A la vez, vio pasar distintos integrantes siendo Sebastián Expulsado (voz) el único miembro original que continúa tocando.
Junto con Gabriel Expulsado (batería), Nano Expulsado (guitarra) y Sikus Expulsado (bajo y coros), componen la formación actual. La Izquierda Diario los visitó al mejor lugar para conocerlos: su sala de ensayo.
A lo largo de una hora y media -cerveza mediante- compartimos una entrevista atravesada de anécdotas y discusiones. Sin darnos cuenta, Ramones fue el último tema que abordamos.
LID: Lo último que sacaron fue “Retrato de un cazador”, ¿no? ¿Cuándo lo hicieron? ¿Están grabando algo nuevo?
Sebastián: Eso fue en el 2009. A partir de ahí, se sucedieron cambios de integrantes, obstáculos y problemas personales. Ahora la banda se rearmó, está unida y vuelve a sonar fuerte. Tenemos un disco que se llama “Suicidas y sicarios”, que venimos trabajando hace años y va a salir para octubre.
LID: ¿Cuáles son las bandas que más les gustan? Hay una que es evidente…
Sikus: Dentro de lo que es el punk, hay bandas argentinas me gustan mucho. Attaque 77, 2 Minutos, Flema, Cadena… De afuera, los Clash. También escuchamos cosas por fuera del estilo. Led Zeppelin, Rolling Stones, de todo. Me gusta escuchar música.
Nano: A mí me pasa igual. Quizás no tan variado. Lo que es Ramones obviamente pero también cosas más viejas, de los 60’, 70’…
Sebastián: La música es música. En realidad, lo importante son las canciones y cómo toca la banda, qué sentimiento le ponen encima. Uno no puede faltar la sinceridad a uno mismo. Obviamente pasamos cada canción por un montón de filtros inconscientes… pero si te gusta algo, no hay con qué darle, sea del estilo que sea. Hay muchas bandas que están armadas como un producto para vender y, lo que pasa, es que volvés a los clásicos. Falta un poco que los medios promuevan bandas. Hoy es todo demasiado pautado y no tenés posibilidad de conocer cosas nuevas.
LID: Hablando de eso… ¿cómo ven ustedes el escenario para las bandas que están empezando?
Sebastián: Falta un poco más de espacios serios para que las bandas puedan sonar bien. Las condiciones son malísimas para las que empiezan… siempre fue así pero ahora es cada vez peor.
Gabriel: Pasa también con festivales grandes… que por ahí tienen una grilla armada hace años de “Catupectu // Divididos // Las Pelotas”, y por ahí hay otras bandas pero suenan re temprano y no las escucha nadie.
Sikus: Creo que se perdió el circuito que había antes. Por ahí antes tenías más festipunks u otros festivales, no importa la onda… veías bandas que te gustaban. Ahora hay que salir a buscar y es difícil.
LID: ¿Qué opinan de los cierres de centros culturales que viene habiendo? Hay un ataque a la cultura, ¿no? Una persecución que afecta a todos los músicos…
Sebastián: Tratamos de no entrar en política. Yendo a lo profundo del tema, el sistema está armado como para que pasen esas cosas. Para mí, para cambiar esas cosas tenés que cambiar al sistema capitalista. ¿De qué forma no ocurre que se quiera sacar el mayor provecho a los músicos? Si el sistema es completamente distinto. Creo que no hay que esperar nada del Ministerio de Cultura ni nada por el estilo. La opción que tenés es abrirte, hacerlo por separado. Obviamente con muchos menos recursos. Y, en esa rueda, muchos quedan afuera.
Sikus: Claro… eso pasa no sólo en la música. También en la cultura, en la educación.
Sebastián: ¿Qué importa la educación? Yo termino mi mandato en cuatro años y listo. No todo es tan negativo igual. Nosotros somos cuatro que estamos en el mismo mundo, en el mismo sistema. Y nos juntamos como amigos, como gente que le gusta hacer música con similares gustos. No es que el sistema sí o sí te chupa y no podés hacer otra cosa. Tenés que ser imaginativo en épocas de crisis.
LID: Dicen que tratan de separar la música de la política. Sin embargo, muchas de las bandas que nombraron tienen sus canciones que están inclinadas para ese lado…
Sebastián: Nosotros creemos que hay una responsabilidad como artista que está arriba del escenario. Por eso tratamos de no tener bajadas de línea. No porque no tengamos opiniones políticas. Cuando nos juntamos acá, el 90% de las conversaciones son sobre política. Pero la música por la música misma dice mucho. No digo que esté mal mezclar música y mensaje político… aunque sí creo se pierde siempre un poco.
Gabriel: Es un poco lo que pasó con el punk en un principio. Que llegaban todas las noticias del bardo que hacían los Sex Pistols y el punk no era eso. El punk era un crisol de ideologías, de formas de pensar, de luchas y protestas contra algo o música en sí misma.
LID: ¿Y su canción, Circo Romano?
Sebastián: Sí, es política, digamos. O en lo que se convirtió la política. A los romanos les pusieron el circo porque si no los tipos se les rebelaran; para evitar la revolución y que la gente hable de lo que realmente les pasaba… el mal olor, el malestar… Como hoy con el Showmatch. Cuando los trabajadores hicieron las primeras movidas de juntarse para protestar por sus derechos, al igual que después de las guerras mundiales, hubo una inyección de la pelotudez, el ocio, el consumismo… vos tenés que consumir para girar la rueda y si no no vas a ser George Clooney tomando un café.
Sikus: Yo cada vez me parezco cada vez más a Clooney.
Sebastián: Porque tomás mucho café… No, en serio. Es algo que tenemos asimilado como normal y en realidad no es normal. Porque el mundo es nuestro y se lo adueñaron otros y las cosas las dictan otro… y tienen tanto poder y tantos medios. ¿Inteligentes? Déjalo aparte, no es inteligencia.
LID: Expulsados tiene un estilo claramente marcado por esa gran banda que fueron los Ramones. ¿Qué fue lo primero que los llevó por ese lado? ¿Fue el sonido, fue una cuestión de rebeldía?
Sikus: Los Ramones te vuelan la cabeza. Esa emoción, esa alegría de estar ahí. Cuando te querés dar cuenta, terminó. Dentro de su caos había un orden. Eran muy prolijos a la hora de tocar. Obviamente acá fue un furor, allá nada que ver, llevaban máximo 500 personas. A mí me gustaba mucho la música. Hay letras que están buenísimas. Creo que es más por ese lado. Tiene que ver mucho con un tema de la época, que era justo lo que necesitábamos, descargarnos de esa manera. No sólo acá. Cuando cayeron a Londres armaron una revolución musical terrible. Desde los Pistols hasta los Clash reconocen el papel que tuvieron.
Sebastián: Totalmente. Desde el periodismo algunos decían que eran muy cerrados o cuadrados. Al revés. Son tipos que tenían baladas y hardcore; y discos más violentos, otros más pop.
Gabriel: Joey tenía todos los tipos de voces. La dulce, la podrida… Mucho teclado, guitarras acústicas.
LID: Aparte difundieron esa idea de que “yo también lo puedo hacer”. Que de la misma energía de la juventud podía salir música.
Gabriel: Igual, hasta los de Metallica quisieron tocar 53rd & 3rd zapando en un cumpleaños y se dieron cuenta que no podían. Porque son zarpados. No es fácil tocar Ramones.
Sebastián: Claro. La juventud venía de escuchar rock sinfónico, donde si no sabías una escala no entrabas. Además tenían una forma especial de comunicar lo que les pasaba, muy desde lo cotidiano. Si en tu letra decís que hay que hacer determinada cosa… primero lo tenés que hacer. Eso tenía Ramones. Eran consecuentes con sus letras, su forma de vivir.
Terminada la entrevista, sacamos unas fotos a la banda. Y comprobamos que la estética que marcó sus comienzos sigue tan viva como su música.
Próximas fechas de Expulsados
26/08: Circus, San Justo
10/9: Vorterix, Capital Federal (a 20 años del último show de los Ramones)