Dos datos importantes resaltan del congreso de reunificación de la CGT que se desarrolló durante el día de ayer en el estadio de Obras Sanitarias. Por un lado, una nueva conducción colegiada integrada por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento). Por otro, importantes ausencias que representan un símbolo de debilidad en la “unidad” alcanzada.
Días previos a la realización del congreso ya se había dado a conocer el rechazo por parte del espacio sindical que conduce Gerónimo “Momo” Venegas, quien aseguró que "la convocatoria en sí y el Congreso son absolutamente nulos". El dirigente del sindicato de trabajadores rurales cuestionó la modificación de la carta orgánica que permitió la elección del triunvirato y presentó formalmente la impugnación del congreso ante el Ministerio de Trabajo. La intención del delfín macrista dentro de la CGT era lograr una dirección aún más alineada con el Gobierno y más “prudente” de la que finalmente fue elegida. “Se le regala la CGT a Sergio Massa” rezaban los afiches que aparecieron en las calles de la Capital, en referencia a los nuevos secretarios generales Acuña y Daer y su afinidad con el dirigente del Frente Renovador.
Por otra parte, el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), encabezado por Omar Viviani, tampoco fue parte de la cita. El espacio, además de reunir a los taxistas, cuenta con la presencia de pesos pesados como los gremios SMATA, Luz y Fuerza y la Unión Ferroviaria. Precisamente Sergio Sasia, actual secretario general de los ferroviarios y quien era el elegido para ponerse al frente de la CGT por el MASA, fue quien indicó en declaraciones a Radio 10 que la CGT unificada “nace con debilidad” porque “no tiene a todos los sindicatos juntos”.
Quienes también dieron la noticia fueron los gremios enrolados en la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) encabezada por Sergio Palazzo. El dirigente de los bancarios acudió al estadio de Obras y ratificó en el congreso su planteo, afirmando que el triunvirato era “una mesa demasiado chica” y que por ese mismo motivo era necesario que se incorpore otra secretaría general para “tener a todos los espacios contenidos”. El pedido fue rechazado a pesar de las negociaciones, y a cambio se le ofreció ocupar la Secretaría de Finanzas. Finalmente, la corriente dirigida por Palazzo abandonó el congreso pasado el mediodía, aunque aclararon que no implicaba “abandonar la CGT”. Previamente, el titular de la Asociación Bancaria había remarcado la ausencia de “más de 100 gremios” en el congreso de reunificación.
Luego de cuatro años desde el congreso que oficializó la división de la CGT, la “reunificación” deja importantes ausencias como uno de los datos sobresalientes y sin duda serán un importante elemento en una situación donde lo único que se mantiene inalterable es la tregua de los dirigentes ante las políticas de ajuste del macrismo. |