Mi abuelo, Luis Alberto "el Taca" Marconetto estudiaba Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba, se reivindicaba marxista y militaba en la Organización Comunista Poder Obrero. Desapareció el 15 de Agosto de 1976 y estuvo detenido en "La Perla".
Soy su nieta y su historia la sigo buscando, la encuentro de a pedacitos. No lo conocí, el no me conoció a mí pero desde que nací lo pienso mucho. Desde las primeras marchas, sin entender mucho y preguntándole todo a mi viejo o a mi abuela, hasta en talleres y encuentros que fueron como un punto de partida. La política y la militancia, en mi caso en la Juventud del PTS, hacen mella en encontrarlo solo en los ojos del recuerdo.
Este jueves condenamos el genocidio y es una conquista de los organismos de derechos humanos y la movilización popular. Este jueves le damos sentencia a 52 represores de la última dictadura.
El tiempo y la historia me sirvieron para entender por qué se instrumento un plan sistemático de desaparición, tortura y exterminio de personas: fue la respuesta a una insurgencia de la clase trabajadora que el régimen genocida busco frenar y aniquilar. Este jueves condenemos al golpe que vino para barrer con la lucha y la organización de los trabajadores y estudiantes. Por eso, en este juicio se juzga la desaparición forzada de muchos dirigentes obreros combativos y estudiantes que se organizaban para luchar por otra sociedad.
Pero todavía queda mucho por decir. Sigo exigiendo verdad porque aún no se abrieron los archivos de la dictadura para terminar con la protección a miles de genocidas, responsables civiles y eclesiásticos. Y la bronca porque nos faltan esos 30.000 compañeros crece con el silencio que hay sobre los desaparecidos en democracia.
Hoy nos sigue faltando Jorge Julio López mientras a sus represores como Etchecolatz se lo beneficia con la prisión domiciliaria. Vivimos en un país en el que tenemos más de 4.000 procesados por luchar. Vivo en una Córdoba en la que el Gatillo Fácil está a la orden del día en manos de un aparato represivo que condena a los pibes de los barrios.
Hoy el gobierno nacional vuelve a hablar de los "dos demonios": nos la quieren vender cambiada. Vuelven a hablar de "guerra sucia" y le dan más impunidad a los genocidas. Macri dice no saber si fueron nueve mil o treinta mil. A nosotros no, nosotros tenemos sus nombres.
De todas formas, qué tiene para decirnos Macri si él y otros en su gobierno financiaron y se enriquecieron en la dictadura. Macri, por ejemplo, pasó de tener 7 a 47 empresas. Para ellos negar el genocidio o los desaparecidos es más impunidad. Ellos son los mismos que hoy están descargando el ajuste sobre los trabajadores y el pueblo.
Este 25, para decir Nunca Más, tenemos que ser miles en la sentencia. Porque no hay olvido ni reconciliación. Porque los 30.000 compañeros desaparecidos están presentes y está presente su lucha. Tenemos que ser muchos los que continuemos su pelea hoy, para retomar las banderas de la Córdoba del cordobazo, la Córdoba de los trabajadores y estudiantes que se organizaban para luchar.
Luis Alberto Marconetto PRESENTE, ahora y siempre. |