En Mendoza el Instituto del Verbo Encarnado logró la suspensión de jornadas sobre diversidad sexual. Y en La Plata monseñor Aguer despotrica contra el matrimonio igualitario y la libertad sexual.
La suspensión de una serie de jornadas sobre diversidad sexual por presión del Instituto del Verbo en Alvear, provincia de Mendoza; el vocero del Obispado de San Rafael afirmando que “la ideología de género es algo nocivo, contrario a la naturaleza”; el lobby del Opus Dei contra el proyecto que convierte en ley el Día contra la Homofobia y el ultraconservador obispo de La Plata, Héctor Aguer, declarándole por enésima vez la guerra a los anticonceptivos: “El negocio de los anticonceptivos ha ocultado la sabia disposición de la naturaleza, que ordena en la mujer los ritmos de fertilidad”. La derecha católica está dando una función con lo mejor de su repertorio retrógrado.
Las cuentas de Dios
Días atrás el municipio de Alvear daba a conocer que las Jornadas por el Derecho a la Diversidad Sexual, patrocinadas por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación (SDHN), quedaban abruptamente suspendidas “por pedido de instituciones religiosas”. Rápidamente, se tradujo en un nombre propio: el Instituto del Verbo Encarnado.
La SDHN emitió un comunicado alertando que “vemos con preocupación esta actitud, que se presenta como un acto de discriminación para con la ciudadanía en su conjunto y en particular sobre la población LGBTIQ. Estos actos, en el marco de un Estado de Derecho y del pleno ejercicio de la promoción y la protección de los Derechos Humanos, son acciones inadmisibles que vulneran los fundamentos y las bases mismas de nuestra convivencia democrática”.
Este medio accedió a la denuncia que presentó la Asamblea por los Derechos Humanos local ante el INADI, en la que subrayaron que “la motivación del hecho ha sido impedir -lisa y llanamente- el legítimo ejercicio de la libertad de elección y decisión de ciudadanos de General Alvear que se inscribieron en las referidas jornadas con el objetivo de capacitarse, instruirse y contar con herramientas jurídicas y legales para defenderse, precisamente, de los grupos que atentaron contra la charla. Asimismo, los autores han pretendido que una institución autónoma como un municipio gestione la res pública sobre la base de mandatos, dogmas e ideologías provenientes del fundamentalismo religioso”.
También apuntaron contra el sacerdote Fabricio Ariel Porta Pesce, que se reconoce como defensor del medioevo. Porta Pesce cuestionó la perspectiva de género: “La municipalidad de nuestro departamento abre las puertas y adhiere a las políticas de la ideología de género. Y aunque los funcionarios municipales digan no adherir a esto, permiten este tipo de acciones tendientes a minar la moral y las buenas costumbres de nuestro pueblo. Como cristianos debemos hacernos presentes para decir no a este tipo de ’políticas’. Aquí no juegan los ’respetos humanos’, aquí juega nuestro compromiso por el bien y la verdad. Dios nos pedirá cuentas”.
Por su parte, el delegado del INADI en Mendoza, Daniel Di Giuseppe, marcó a este portal que “generaron presiones sobre funcionarios municipales para que se posterguen las actividades”. El funcionario admitió que “está al tanto de la influencia que tienen específicamente algunos dirigentes católicos con respecto a la vida civil y política de algunos departamentos. Ahora, en este caso me sorprendió porque desde la intendencia se invita a un funcionario nacional y luego se echa atrás”.
Cuando todo parecía descomprimirse después de que el intendente de Alvear, Walther Marcolini, difundiese un comunicado retractándose y garantizando que las jornadas se llevarán a cabo, el vocero del Obispado de San Rafael, José Antonio Álvarez, sostuvo que “iba a ser un curso marcadamente colocado en la ideología de género y la Iglesia tiene una postura clara: el rechazo absoluto. En Alvear, ante esta noticia, se le hizo saber al intendente y éste decidió levantar la convocatoria”.
No es casual, el obispo de San Rafael, Eduardo Taussig, ha sido uno de los principales respaldos del Instituto del Verbo Encarnado ante los intentos de clausura producto de sus formas propias de los momentos previos al Concilio Vaticano II.
Pero lo ocurrido en Alvear lejos está de ser anecdótico. Alcanza con recordar lo acaecido en Malargüe en enero de 2011, cuando durante la Fiesta del Chivo, en momentos en que el grupo Les Lutherieces interpretaba “Educación sexual moderna”, saltó al escenario el padre “Pato”, quien, luego de quitarle el micrófono al protagonista, sentenció: “Somos católicos y no voy a permitir que ensucien mi castidad”.
Homofobia
Lo sucedido en Mendoza no es un hecho aislado. A principios de año, después de que a fines del año pasado lograse media sanción el proyecto de la senadora nacional por Entre Ríos, Sigrid Kunath, que instituye el 17 de mayo como el Día Internacional de Lucha contra la Homofobia, casi de inmediato el Opus Dei comenzó su lobby para paralizarlo.
Ante la iniciativa para que la fecha se incorpore al calendario escolar y se desarrollen actividades de sensibilización, una de las voces de la Obra fue el sacerdote Juan Claudio Sanahuja, quien aseveró que “todo hace suponer que si alcanza la sanción definitiva cada 17 de mayo se hará apología de la homosexualidad en las escuelas”.
Como para cerrar el círculo apareció Héctor Aguer, obispo de La Plata, quien tiene una columna semanal en el periódico local El Día, donde ha llegado a reclamar que no se lleven a cabo festejos populares en la plaza Moreno, situada frente a la Catedral, porque perturbaban las misas.
Aguer, conocido por ser un conservador de pura cepa, arremetió, en el artículo titulado “Fornicación”, contra el matrimonio igualitario y la libertad sexual: “La finalidad procreativa del acto sexual es frecuentemente bloqueada, de modo expreso, intencional, en las fornicaciones ocasionales, pero también en la convivencia marital. El negocio de los anticonceptivos ha ocultado la sabia disposición de la naturaleza, que ordena en la mujer los ritmos de fertilidad. Todo ha sido bien hecho por el Creador, y el capricho humano se niega a utilizarlo, lo burla a su placer. La misma etimología lo esclarece de manera indiscutible: “genital”, “generación”, “génesis” integran una familia de palabras; en griego, en latín y en castellano: los órganos genitales y su uso sirven para dar origen a un nuevo ser”.
Por último, tras quejarse del “’petting’ descontrolado en lugares públicos”, desafió al INADI en nombre de “la verdad”. “Lo propiamente humano es que la potencia sexual y su actuación se integren armoniosamente a la riqueza de la personalidad, y que ese ejercicio se desarrolle en el orden familiar. Es éste el logro de la virtud. Tengo pleno respeto por las personas concernidas en todo lo que he dicho, y comprendo con cercanía y afecto sus conflictos, pero no puedo dejar de proclamar la verdad. Mal que le pese al INADI, si se entera”, desafió Aguer.