En un tono de indignación total, Marcelo Longobardi se despachó en el aire de Radio Mitre en su habitual editorial: “Vamos camino a quedarnos sin luz. No puede haber un punto de acuerdo entre la Justicia y la política respecto de una cuestión tan elemental como que no se puede vivir pagando diez pesos de luz. ¿Nos hemos vuelto tarados, infantiles?”.
En caso de que su postura no estuviera quedando clara para los oyentes, Longobardi continuó “no es razonable bajo ningún punto de vista que la gente no pague los servicios públicos. No estamos entendiendo el fondo del problema".
Para terminar de darle rienda suelta a su enojo remató: "Estamos cayendo en un nivel de tontería, ni siquiera de centro de estudiantes, directamente de jardín de infantes. Si la aspiración de este país es bajar la inflación y que aumente el consumo porque no pagamos las cuentas nos hemos vuelto completamente locos. Lamentablemente las cosas tienen un costo y la Argentina ha congelado las tarifas de los servicios públicos al año 2003".
Periodismo PROgubernamental explícito
Habría que explicarle algunas cosas al señor periodista. En primer lugar, los centros de estudiantes son organizaciones de las cuales se ha valido el movimiento estudiantil a lo largo de la historia y en distintos países, en innumerables casos para llevar adelante luchas y reivindicaciones históricas y para nada ”infantiles” como el boleto estudiantil. El periodista de derecha quizás deba instruirse sobre esto, ya que esta histórica demanda se vuelve actual cada 16 de septiembre al recordar a los jóvenes desaparecidos en la Noche de los Lápices.
En su postura de vocero del macrismo, Longobardi (quien quizás no tenga problemas en pagar sus cuentas) se “ofende” porque a la mayoría de la población le resulta indignante que le aumenten 400% el gas o no pueda llegar a fin de mes por la inflación y los tarifazos.
Longobardi además omite decir (no creemos que sea un olvido “accidental”) que el fallo de la Corte Suprema se aplica a usuarios residenciales, por lo que empresas recuperadas, centros culturales, barriales y de jubilados, teatros o lugares de esparcimiento, entre muchos otros establecimientos sufrirán el tarifazo. A esto se le agrega que los aumentos se aplicarán a empresas y comercios; lo que habilita a que los empresarios los traduzcan en la suba de precios de productos y servicios; otro ataque más al bolsillo del pueblo trabajador.
Por último, el periodista adepto a la suba de tarifas omite (nuevamente creemos que no inocentemente) exigir que las empresas den cuenta de lo que hicieron con los millonarios subsidios que se les otorgaron durante el gobierno kirchnerista. | 
