En un desarrollo crítico de la guerra civil en Siria, el ejército turco y aliados comenzaron una incursión terrestre hacia la ciudad fronteriza de Jarablus, Siria en la mañana del 24 de agosto. La artillería y aviones turcos, con el apoyo de asesores militares, aviones de guerra y drones estadounidenses, comenzaron a golpear objetivos de ISIS alrededor de las 4 de la mañana hora local. Esto fue seguido por una operación por tierra a las 11 a.m. por las fuerzas turcas especiales y tanques, así como también 1.500 combatientes islamistas radicales sirios. Estos combatientes, según la BBC Turca , fueron traídos hace unos días desde Idlib por oficiales turcos y agrupados en el lado turco de la frontera.
Mientras se redacta esta nota, las fuerzas invasoras están avanzando sorprendentemente rápido conquistando pueblo tras otro, y ya han ocupado Jarablus alrededor de las 7 p.m. (hora local) con sólo una víctima. De hecho, fuentes kurdas argumentan que se trata de un simulacro de lucha, ya que ISIS está evacuando sus tropas de Jarablus, que se ha convertido en una carga después de la pérdida de Manbij.
A pesar de que el ejército turco está ahora prometiendo "eliminar completamente" a ISIS, el verdadero objetivo de la operación es de anticiparse a un ataque de la milicia kurda hacia Jarablus. Tras las recientes victorias contra ISIS, que culminaron en la liberación de Manbij el 12 de agosto, el YPG kurdo (Unidad de Defensa Popular) y aliados controlan una gran parte del norte de Siria, con la excepción de la franja de tierra entre Jarablus y Marea. EE.UU. quería que marchen hacia la base principal de ISIS en Raqqa; sin embargo, los kurdos anunciaron la creación de consejos militares para liberar Jarablus y Al-Bab, con el fin de unir sus cantones en el norte.
¿Turquia vs ISIS?
A pesar de toda su retórica, el gobierno turco en realidad no ve a ISIS como un enemigo. ISIS ha controlado Jarablus desde julio de 2013, y hasta ahora nunca se le había ocurrido a Turquía lanzar una operación militar. Por el contrario, Turquía percibe a ISIS como un baluarte contra la milicia kurda. Numerosos periodistas regionales y occidentales han indicado que Turquía suministra armas y materiales a ISIS, y compra petróleo crudo del grupo para ser procesado en las refinerías estatales. Turquía también apoya a otros grupos islamistas radicales que son parte del llamado Ejército de la Conquista, que ahora controla la provincia de Idlib y el sur de Aleppo. Las fuerzas terrestres que ahora marchan en Jarablus provienen de estos islamistas radicales, como Sham Legión y Movimiento Noureddin Zenki, quienes decapitaron a un niño (grabándolo en video) el último mes, a pesar de que se los describe como "Ejército Sirio Libre", la existencia ha sido discutida por varios.
Turquía simplemente quiere reemplazar un grupo islamista radical, incapaz de detener a las fuerzas kurdas, por otro bajo su control directo. No es una operación contra los terroristas, sino simplemente una maniobra para bloquear el avance de la fuerza más progresiva en Siria, la milicia kurda.
De hecho, el líder kurdo sirio Saleh Muslim escribió en su cuenta de Twitter, "Turquía está ahora en el pantano de Siria, y será derrotado como ISIS." En respuesta, el canciller turco amenazó que los kurdos tienen que abandonar Manbij y retirarse al este del Éufrates, o de lo contrario "enfrentar nuestra ’aplastante’ respuesta."
Unión sagrada contra los kurdos
De hecho, no sólo Turquía, sino que las principales fuerzas que intervienen en Siria parecen haber dado la espalda a los kurdos después de sus últimos triunfos.
El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, llegó a Turquía el miércoles y declaró que los EE.UU. apoya la posición de Turquía, exigiendo a las fuerzas kurdas abandonar Manbij. Hasta ahora, los aviones estadounidenses habían apoyado a la milicia kurda, la única fuerza capaz de detener a ISIS en el terreno. Sin embargo, EE.UU. también es consciente de que el avance kurdo podría alejar a su aliado de la OTAN, Turquía. De hecho, después del golpe fallido del 15 de julio contra el gobierno turco, el presidente Erdogan había dado a entender que Estados Unidos podría estar detrás del golpe, y que las relaciones entre los dos países se había deteriorado. Se puede argumentar que los EE.UU. ha decidido permitir a Turquía invadir Jarablus antes de que los kurdos, para evitar un pivote turco más hacia Irán y Rusia (y también para poner a prueba el poder de los kurdos).
Incluso antes del golpe de estado fallido, Turquía había empezado a quedar bien con Rusia e Irán, disculpándose por el derribo de un avión ruso en noviembre de 2015. Justo después de que sumergiera el intento de golpe, los diplomáticos iraníes llamaron a Erdogan para anunciar su total apoyo, incluso mientras sus colegas americanos y europeos esperaban a ver qué lado prevalecería. Los diplomáticos iraníes experimentados son conscientes de que las fuerzas terrestres de Assad están agotadas -como se puede ver en Hasakah o Aleppo- y que finalmente tienen que llegar a un acuerdo con Turquía, uno de los principales respaldos de los islamistas radicales en Siria. Irán y Turquía también comparten una animosidad común contra la creciente influencia de los kurdos sirios, lo que podría alentar a sus propios ciudadanos kurdos. Por otra parte, algunos periodistas sugieren que Rusia no quiere que prevalezca Assad totalmente en contra de la oposición islamista, ya que la continuidad de un conflicto de baja intensidad daría a los rusos el pretexto perfecto para mantener su presencia militar en Siria -al igual que en la región del Cáucaso. Como resultado Rusia e Irán pueden haber dado luz verde a una incursión turca limitada, a pesar de que han declarado oficialmente sus preocupaciones sobre la operación terrestre de Turquía.
Hubo una intensa diplomacia itinerante entre Turquía, Irán y Rusia en las últimas semanas, durante las cuales el gobierno turco dio a entender que ahora podría aceptar una transición con Assad. Esto fue seguido por ataques de las fuerzas aéreas y terrestres de Siria (que fallaron con amargura) en la ciudad controlada por los kurdos, Hasakah -el primer asalto de envergadura contra los kurdos desde el inicio del conflicto. Mientras tanto, ISIS organizó un ataque suicida en la ciudad de Gaziantep en Turquía, matando a 54 personas en una ceremonia de boda kurda. La inteligencia turca conocía los planes para un ataque de este tipo, sin embargo no tomó ninguna medida para prevenirla.
El bloque nacionalista de Erdogan
La guerra contra los kurdos también sirve para los fines de la política interna de Erdogan. A pesar de la extensa purga en el aparato del Estado tras el intento de golpe de estado, Erdogan ha dicho que él todavía no tiene plena confianza en algunos sectores del Estado Mayor y del servicio de inteligencia nacional.
Precisamente por esta razón, Erdogan eligió para mejorar sus relaciones con la oposición burguesa (centro-izquierda CHP y MHP ultranacionalista), crear un bloque nacionalista que culminó con una demostración a la que asistieron un millón de personas en Estambul. Muchos miembros del parlamento de la oposición, lejos de criticar el estado de emergencia declarado por Erdogan, emplean sus argumentos acusando a los golpistas de todos los problemas de Turquía.
Como tal, una maniobra militar hacia las provincias kurdas de Siria es también una gran manera de Erdogan para reforzar este bloque nacionalista dentro de Turquía, y allanar el camino para la transición constitucional a un sistema presidencial autoritario. Como era de esperar, los líderes de CHP y MHP expresaron su pleno apoyo a la invasión militar.
Sin embargo, si bien Turquía piensa que fácilmente lo pueda lograr a su manera, una participación militar directa en la guerra civil siria trae consigo grandes riesgos. Ya existe una fuerte presencia de grupos radicales islamistas en el lado turco de la frontera. La invasión del Kurdistán sirio impulsará aún más la ira de los kurdos de Turquía hacia el Estado. Como tal, el camino parece estar abierto a una escalada de la tensión entre los grupos étnicos y los conflictos dentro de Turquía también. |