En su nueva publicidad institucional, TyC muestra a una pareja en situación de “negociación”: él argumenta por jugar al fútbol mientras ella escucha en la cocina. Machismo con olor a naftalina.
El canal de cable TyC Sports es de la misma familia que el diario Olé: incluso durante décadas estuvieron relacionados con el mismo grupo multimedios, el grupo Clarín. Y aunque es más moderado que el diario –que no tiene vergüenza en exhibir sus prejuicios misóginos, aunque hace poco le valió el cuestionamiento del capitán de la Selección olímpica de Básquet, Luis Scola- TyC tampoco se priva de transmitir prejuicios machistas. Claro que en el caso de sus publicidades, atrasa décadas.
Antes de los Juegos Olímpicos, lanzó un comercial llamado “Preguntas” que consistía en un varón mirando fútbol en su sillón junto a su pareja mujer; el “chiste” estaba en las preguntas ridículas que hacía ella ante el ofuscamiento contenido de él. “Va 1-1 pero si de visitante vale doble va 2-1, ¿no?”, pregunta la chica. Luego el varón, ya con los Juegos Olímpicos en desarrollo, se encuentra en situación de desconocimiento y preguntas torpes ante disciplinas que no acostumbra mirar.
Un lugar común antiguo e insostenible: no sólo porque son cada vez más las mujeres interesadas en el fútbol (en los últimos 25 años cambió muchísimo la composición del público que asiste a las canchas, incrementándose notablemente la cantidad de mujeres), sino también por la cantidad de periodistas deportivas especializadas. En algunos casos, se encuentran entre las mejores del país: Luciana Rubinska, Ángela Lerena (¡que hace años conducía un noticiero deportivo en TyC!), Viviana Vila, por nombrar sólo algunas.
El mito de que “las mujeres no saben de fútbol” está largamente superado: el “saber” o “entender” no pasa por una cuestión de géneros sino de interés por tal o cual deporte.
El núcleo del argumento de la nueva publicidad de TyC -llamada "22 años" por el aniversario del canal- pasa por otro lugar común: la práctica deportiva del fútbol es para los varones y para las mujeres es… ¡la cocina y la familia! Así lo podemos ver en la situación de ficción: el varón enumera regresos exitosos, ella –embarazada y lavando platos- lo escucha con atención y lo interpreta.
“Mi amor ¿Vos me estás diciendo que querés volver a jugar al fútbol?”, pregunta ella. El varón, aliviado por no tener que seguir dando rodeos, pone su carta sobre la mesa para negociar: “pero los domingos vamos a lo de tus viejos”. Ella lo abraza, satisfecha. Negociación cerrada. Injusta y desigual, pero cerrada.
Además de machista, este sentido común también atrasa: es más acorde a una escena de “El teatro de Darío Víttori” (antiquísimo comediante italiano que se caracterizaba por programas “familieros”) que a la publicidad de un canal deportivo en el siglo XXI. ¿Dónde está escrito que para el varón es la práctica del fútbol y para la mujer es la cocina y la familia?
La práctica de fútbol entre mujeres, tanto a nivel deportivo como recreativo, está cada vez más extendida. La sección Deportes de La Izquierda Diario da cuenta de ese proceso: en esta misma edición de hoy mostramos el ejemplo del FUTSAL en Tucumán. Hace unos días, el ejemplo de las chicas en Villa Mitre (Bahía Blanca) o del Torneo de La Izquierda Diario en San Justo, para tomar unos pocos ejemplos.
En los Juegos Olímpicos quedó en evidencia que Marta –figura del seleccionado femenino de Brasil y una de las grandes revelaciones de la competencia- está muy lejos del nivel de vida y de ingresos de Neymar: ella gana 400 mil dólares al año; él percibe 14 milllones y medio. ¿Por qué? Sólo porque el fútbol femenino todavía no es valorado en un ámbito dominado por varones.
Como parte del combate a los prejuicios machistas y patriarcales que damos desde las distintas secciones de La Izquierda Diario, tomamos nota del machismo de la publicidad de TyC Sports, que en lugar de impulsar al fútbol femenino, refuerza los prejuicios que le impiden emerger y ser valorado.
