Luciano Benjamín Menéndez, exJjefe del Tercer Cuerpo de Ejército durante la última dictadura militar fue condenado hoy a prisión perpetua por su responsabilidad sobre 282 desapariciones, perpetradas en los centros clandestinos de detención conocidos como "La Perla-La Ribera".
El Tribunal Oral Federal de Córdoba dictaminó su culpabilidad también sobre 52 homicidios, 260 secuestros y 656 casos de personas que fueron torturadas en las instalaciones.
El Tribunal Oral Federal de Córdoba dictaminó su culpabilidad también sobre 52 homicidios, 260 secuestros y 656 casos de personas que fueron torturadas
Luciano Benjamín Menéndez, de 89 años, fue General de División del Ejército, destituido por su participación en crímenes de lesa humanidad durante el período en que se desempeñó como Comandante del IIIº Cuerpo de Ejército, en la provincia de Córdoba. Antes de la última dictadura militar, Menéndez había estado al mando de los operativos de represión en diez provincias.
En 1990 fue indultado por el Presidente Carlos Menem, hasta que con la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en 2004, fue procesado por su participación en los crímenes de terrorismo de Estado, perpetrados por la dictadura genocida.
El General con más condenas a prisión perpetua de la historia argentina
Menéndez está implicado en la Masacre de Las Palomitas, de julio de 1976, donde fueron fusilados doce detenidos. En 2008, durante el juicio en su contra, reivindicó el accionar de las Fiuerzas Armadas y de Seguridad, en lo que consideró una "guerra contra la subversión". En 2009 fue condenado, junto con otros represores, a prisión perpetua por el crimen de un exsubcomisario de los años ’70. En 2010 fue hallado culpable de delitos de lesa humanidad.
Recién en 2011 perdió su rango militar
Recién en 2011 perdió su rango militar, a través de una resolución del Ministerio de Defensa, cuando la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a perpetua que le había dictado el Tribunal Oral Federal de Tucumán. Y en 2014, recibió otra condena a prisión perpetua por ser hallado co-responsable del asesinato del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, en agosto de 1976.
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