La Directora de Género y Diversidad de la provincia, Silvina Anfuso, anunció la descentralización de la política de género a los municipios. Lo harán con fondos del programa Nuevas Redes destinado a la ayuda económica para mujeres en situación de violencia de género y personas trans en situación de vulnerabilidad.
El monto total destinado es de 1.300.000 pesos y se destinará, en palabras de la directora, a la asistencia directa que constaría de ayudas económicas, programa de alquileres y garantías y la creación de un registro de casos. Este monto se suma al de 1.100.000 pesos con los que cuenta la Dirección Provincial, que a este momento ya ejecutó el 60%.
Este año en Mendoza aumentaron considerablemente los llamados a la línea 144, llegando a ser el 10,29% de total nacional de llamados. Esto significa que un poco más de 2800 mujeres han acudido a la línea. Para ellas este plan significaría alrededor de 500 pesos a cada una. Esto, sin contar las mujeres que denuncian en comisarías donde no existen fiscalías, y en estas últimas donde las hay, a lo que debemos agregarle quienes solicitan acompañamiento psico-social sin denunciar.
Así mismo, la descentralización plantea un peligro al dejar casi a la voluntad de cada municipio como se utilice (o no) el presupuesto. Por ejemplo, en el sur provincial, donde la Iglesia ejerce una presión enorme sobre las políticas públicas, no sería de extrañar que también lo hagan sobre las Áreas de la Mujer, impidiendo la ejecución de acciones que vayan contra sus preceptos. Como muestra no hay que irse muy lejos, ya lo vimos esta semana en el caso de General Alvear. |
