Sullair es una empresa de energía y maquinaria para la industria líder en Argentina. Desde hace un tiempo, sus trabajadores comenzaron a organizarse colectivamente. Eligieron delegado y comenzaron a llevar sus reclamos a la empresa. A pesar de sus millonarias ganancias, la gerencia se empeña en hacer oídos sordos.
A los trabajadores se les fue acabando la paciencia. En julio realizaron una jornada de asambleas histórica, donde participaron trabajadores de las cuatro plantas. Como nos contaba Iván Esquivel en aquella oportunidad, “el primer tema que votamos fue es un plan de acciones escalonado a la empresa. El segundo fue que seamos más delegados, hoy tenemos uno solo y Sullair tiene 600 trabajadores. El tercero fue crear una comisión interna de seguridad e higiene, del trabajador para el trabajador”.
Desde aquella jornada, Ivan y sus compañeros siguieron buscando respuestas. Pero la empresa no solo hizo oídos sordos, sino que intentó acallar el reclamo. Primero, con los descuentos ilegales al delegado, que generó la bronca y la solidaridad entre sus compañeros. Luego, con los aprietes y persecuciones a quienes son parte activa del reclamo.
Pero los trabajadores de Sullair están convencidos que sus planteos son justos. Por eso este martes a la mañana acompañaron otro paso en el plan de lucha que votaron en aquella asamblea.
“Menos escuchan, más ruido haremos”
“A las 8 de la mañana empezó la movida frente a los portones de la empresa” cuenta Iván. Llevamos los volantes, el equipo de sonido, e hicimos una radio abierta para que se entere no solo la empresa sino todos los compañeros que entraban a trabajar. Nos acompañaron delegados de varias empresas organizados en la Secretaría de Asuntos Legislativos del Sindicato de Comercio”.
Esquivel ingresó, como le permite su rol de delegado, para repartir el volante en los distintos sectores de las plantas que tiene la empresa en Barracas. En la cara del volante repetía los reclamos que hace tiempo levantan. “Basta de ignorar los reclamos justos de los trabajadores. Comedor en planta, plus por manejo, plus por desarraigo, recategorización de administrativos y sector almacén. Basta de indiferencia, exigimos soluciones”.
La gerencia no pudo con su mala costumbre. Como cuenta Iván, “mientras repartía volantes tenía al Encargado de Relaciones Laborales atrás mío, generando una tensión. Pude llegar al sector donde trabajan los administrativos, a quienes la empresa también incumple muchos de sus derechos. A pesar del clima y que no queremos exponerlos, muchos me escucharon”. Ya nadie puede ocultar que en Sullair hay malestar por la forma en que se maneja la empresa.
“Después fui hacia los otros tres predios. No me querían dejar entrar, incluso quisieron generar incidentes con empleados de seguridad que yo evité pero me mantuve firme en poder ejercer mi derecho. Está todo filmado. En el 4to predio me cerraron la puerta”.
El Encargado de Relaciones Laborales siguió con su postura de generar una tensión para que Esquivel no pudiera hablar con todos los trabajadores. “Yo le plantee claramente que lo que queremos es resolver los problemas colectivos de los compañeros. Pero ellos insisten con ningunear al delegado. Hace casi cuatro años que venimos con la misma metodología”.
Afuera también la empresa buscó evitar el reclamo. “Vino la policía con escribano de parte de la empresa, pero solo estábamos protestando. No pudieron hacer ni una contravención. Era una radio abierta para expresar lo que está sucediendo”, cuenta Iván.
Después no lo dejaron volver ingresar a la empresa. Pero la acción causó revuelo dentro y fuera de la planta. “Los compañeros están muy conformes porque estamos llevando adelante lo que decidimos entre todos y quieren ir por más”.
Persecución antisindical
Del otro lado del volante se planteaba otra de las cuestiones que preocupan a los trabajadores. “Basta de actitudes antisindicales. No más compañeros fuera de convenio. No más prácticas riesgosas para los trabajadores. No más aprietes por viajes, guardias u horas extras, contra nuestra voluntad. Basta de persecuciones contra nuestro único delegado”.
En las últimas semanas, además de los descuentos al delegado Esquivel, la empresa continuó con sus aprietes contra algunos trabajadores.
Germán, uno de ellos, cuenta que “Sullair cambió radicalmente la actitud hacia mí desde el momento en que me negué a aceptar un cambio que me planteaban en las condiciones laborales. Pero era un cambio perjudicial, y por mi negativa decidieron cambiarme las tareas que realizaba como un castigo. La única respuesta que obtenía era que “si quería tener posibilidades de progreso, tenía que aceptar esas condiciones”. Y así fue empeorando, sobre todo cuando vieron que apoyaba los reclamos colectivos que estaba haciendo nuestro delegado. Y así fue subiendo, más cuando se enteraron que era testigo en el juicio por práctica desleal que se inició hace poco. Entonces empezaron a acusarme de “desvíos de recorrido en el horario de almuerzo” y otras acusaciones sin argumento”. Además comenzaron a presionarme a realizar guardias que por mis condiciones personales no puedo realizar: fuera de horario, distintas a mis tareas habituales y ajenas al contrato que firmé”.
Facundo Burtone es otro de los trabajadores hoy en la mira de la empresa. “Sullair es una empresa de profunda tradición antisindical. El hecho de ser el primer delegado en la historia de la empresa hizo que siempre tuvieran una actitud de hostigamiento hacia mí. Después de dejar de ser delegado, esto se profundizó. Mucha más presión y en el último tiempo persecución abierta. Esto es por el apoyo que venimos haciendo a la gestión de Iván como delegado, que representa los reclamos colectivos. Desde nuestro reclamo por la representatividad en el lugar de trabajo, las denuncias por los incumplimientos de Sullair, las actitudes arbitrarias de jefes y gerentes. Ante esto la empresa toma represalias, como introducir tareas que no forman parte de mis tareas habituales, o buscar excusas para sancionarme. Lo que quieren acallar nuestra voz, nuestra organización gremial, y eso no va a suceder”.
La acción que realizaron este jueves fue una demostración de que hay ánimo y fuerzas para seguir con reclamos tan sentidos por los trabajadores de Sullair. Desde los que participan de las medidas a todos los que de distintas maneras se solidarizan todos los días con Iván y los trabajadores que están siendo apretados. Ivan está convencido. “Seguiremos con el plan de lucha y acción, seguiremos adelante. Menos nos quieren escuchar, más ruido haremos”. |