Dos de ellos estaban lesionados y la empresa los despidió ya que no podían desarrollar sus tareas habituales. Otros fueron contratados por tres meses por la agencia ADECCO y luego puestos "a prueba" como efectivos de la empresa, pero al finalizar este período fueron despedidos.
Es amplio el rechazo a las formas de contratación que utiliza la empresa como así también los esfuerzos que deben realizar los trabajadores que lastiman su cuerpo por el trabajo de peso, lesiones que luego los supervisores y la gerencia usan de argumentos para despedirlos. El último caso testigo fue el de Arturo Sánchez, primero acusado de vender drogas y luego faltarle el respeto a un supervisor sin ninguna prueba. Sánchez, que trabajó cuatro años por la empresa tiene dos hernias de disco y hoy reclama su reincorporación. |