A las empresas, con tal de aumentar sus ganancias a bajo costo, no les importa si un trabajo que requiere que lo hagan dos personas lo hace una, como cuenta un trabajador de La Matanza “Bueno están queriendo sacar la producción de 2 personas explotando a 1, sabes ahora nos van a cambiar la forma de trabajo, en el sector donde estoy yo nos van a poner a trabajar en dos maquinas juntas y van sobrar 3 compañeros que los van repartir en distintos sectores y el jefe de planta cada tanto amenaza a los compañeros diciendo que cuiden el trabajo a afuera está bravo, y ni siquiera son capaces de brindar condiciones básicas de higiene como en los baños y menos a la hora de pagarte insalubridad o tareas riesgosas”.
A su vez, por los bajos salarios los trabajadores se ven forzados a realizar horas extras, como cuenta otro trabajador “al tener sueldo bajos, te obligan depender de esas horas extras, ya que sino cuesta mucho más llegar a fin de mes para poder costear las necesidades básicas y más ahora que aumentó todo”.
El nivel de super explotación y precarización laboral hace que los trabajadores lleguen a los treinta años y estén todos rotos, al punto de no poder levantar a sus hijos o hacer mucho esfuerzo.
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