Mercedes de las Casas trabajó en el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, bajo el ala del actual vicejefe de Gobierno Diego Santilli; luego migró para asesorar a Cristian Ritondo, y finalmente tomó vuelo propio como directora general de Patrimonio. Desde enero ocupa una banca en la legislatura porteña. Milita en el Pro desde el 2003 y arribó al Gobierno de la Ciudad en el 2007. Meme, como la llaman todos, casada con cuatro hijos, se hizo militante del PRO porque "siempre tuve una tendencia a ayudar". Su nombre sale a la palestra hoy, no por sus proyectos, como el homenaje al huésped de honor a la cantante Laura Pausini, a la colega estadounidense Mariah Carey o el que impulsó para que reconocieran a la persona que hizo famoso al mismísimo Sapo Pepe.
Corría el año 2007 y ya la política le quedaba corta a Mercedes, así que se lanzó como escritora. Junto a su madre Gloria escriben Cómo conseguir una mucama...y no perderla en 7 días, editado por Planeta. En él volcó todo la segregación que se le pueda hacer a una empleada en tu hogar. Desde decirles que huelen mal, que son seres carentes de instrucción y con poca capacidad de memorización (menos mal, Mercedes, que venías con ganas de ayudar a la gente). Ella dice: "Escribí una guía fresca, práctica y amena para lidiar con el personal doméstico. Ahí van algunos tips:
La entrevista debe ser en forma personal. No olvidemos que las personas que llegan a solicitar este tipo de trabajos son, por lo general, seres muy humildes y carentes de instrucción. No pasar por alto dónde viven, la cantidad de cuartos y personas que viven en cada uno de ellos ni la reputación de la familia. Con la ola de inseguridad actual no podemos arriesgarnos a que ingresen a nuestra casa personas que no tengan un entorno confiable. Y nada de confiar en certificados de domicilio, mejor inspeccionar in situ.
Primer día de trabajo no olvide de entregarle el instructivo por escrito (el libro incluye un modelo completísimo). No tutee al personal y utilice una voz firme y lenguaje neutro, tirando a agradable. Y por supuesto instalar el uso del uniforme.
Las profesiones más dignas llevan su uniforme con orgullo como azafatas, enfermeras y policías.
Recordemos que no siempre la mucama posee gran capacidad de recepción y memorización. Es muy agradable sentir olor a fresco y limpio de la persona que nos sirve el desayuno.
Todos estos conceptos dichos de las trabajadoras domésticas, cuya tarea es una de las más pesadas y no reconocidas, dejando parte de sus muñecas, piernas y espalda en cada balde que levantan, en cada trapo que estrujan. Compañeras que la mayoría siguen trabajando en negro, sin beneficios como aguinaldo o vacaciones o días por enfermedad, que suelen ir a trabajar igual con fiebre o dolores musculares, por miedo a que ’la patrona’ se enoje por el faltazo y la cambie por otra. Señoras de sesenta años largos que como no les alcanza la jubilación tienen que seguir trabajando aunque el cuerpo les pida un descanso a gritos. Pero todo eso a la legisladora Mercedes de las Casas no le interesa, aunque haya dicho que llegó para ayudar a los vecinos: está claro que a los trabajadores, no.
Si algo manifestó este Gobierno desde un principio es el desprecio que tiene por los trabajadores, generando suspensiones o despidos y aplicando los tarifazos exorbitantes a los que ya nos tiene acostumbrados. Sería lógico que la legisladora porteña, perteneciente a la Comisión Antidiscriminación, saliera a pedir disculpas públicamente a todas las trabajadoras domésticas y, aunque ese libro lo haya escrito hace nueve años, demuestra que ese es su verdadero pensamiento esclavista y que el "llegar para ayudar a los vecinos" es solo otra mentira y relato Pro. |