El presidente presentó en la mañana de hoy lo que fue uno de los ejes centrales de campaña presidencial. Anunció, desde Tecnópolis, un “plan de lucha contra el narcotráfico y la prevención de adicciones”.
En su discurso, entre otras afirmaciones reaccionarias, señaló que “la droga ataca el núcleo más importante que tenemos en este país, que es la familia, porque va captando nuestros chicos, que terminan asesinando sin darse cuenta de lo que están haciendo. Y en la mayoría de los casos, esa violencia empieza por sus propios hogares."
El acto contó con la presencia de parte importante de gabinete nacional. Entre ellos estuvo el cuestionado ministro de Energía Juan José Aranguren. También fueron parte del mismo gobernadores provinciales como Gerardo Morales (Jujuy) o Juan Manuel Urtubey (Salta) y Juan Schiaretti (Córdoba).
En la provincia gobernada por Morales, la Policía reprimió varias protestas de trabajadores como ocurrió en el Ingenio Ledesma. Allí también se encuentra detenida, desde hace meses y como parte de una persecución política, Milagro Sala. En la provincia de Salta, la semana pasada, el Gobierno de Urtubey también mandó a reprimir con balas de plomo la manifestación por mejoras laborales que protagonizaban los obreros del Ingenio El Tabacal.
Son quienes manejan el mismo narcotrafico que dicen combatir, como lo mostraron las Policías de Santa Fe y de Córdoba, como así también la Bonaerense y la Policía Federal.
Además estuvieron presentes Sergio Massa y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, mostrando el aval político a este iniciativa.
Como ocurre en casi todas las áreas de la gestión del Estado nacional, Macri culpabilizó al Gobierno anterior por "haber negado el problema de la droga".
La ministra de Seguridad, Patricia Bulrich, también participó de la oratoria durante el acto. Lo hizo afirmando que “la tarea es que las fuerzas provinciales se formen en conjunto con las federales en esta lucha. También haremos pruebas de integridad a las personas que luchan contra el narcotráfico. Es decir, el cambio es del día a la noche: es un cambio total."
Un discurso que encubre una política más represiva
A tono con la propuesta de la gobernadora María Eugenia Vidal, prepara el “plan de renovación de cárceles”, Mauricio Macri propuso hoy "combatir la droga” mediante el fortalecimiento de las fuerzas represivas.
Una de las propuestas de este proyecto es declarar "la emergencia nacional en materia de seguridad". Esto constituye parte de los aspectos que en su momento, en plena campaña electoral, había hecho Cambiemos.
La consigna general apunta a "recuperar el control territorial con presencia del Estado en todos los barrios" lo que puede entenderse claramente como mayor presencia de las fuerzas represivas a nivel global.
Pero esto se choca abiertamente con la realidad del protagonismo que tienen las mismas fuerzas policiales y federales en relación al narcotráfico.
Son precisamente las fuerzas represivas quienes han dado sobradas evidencias de ser parte del manejo del tráfico de drogas que dicen combatir. Así lo mostraron por ejemplo, los casos de las Policía de Santa Fe y de Córdoba. Así también lo pusieron sobre el tapete decenas de casos protagonizados por la Federal, la Bonaerense y otras fuerzas federales como Gendarmería.
Aunque en su discurso de hoy se encuentran constantemente las palabras paz y esperanza, lo que en realidad trae el plan de Macri "contra el narcotráfico" es mayor poder a las fuerzas represivas. Poder que se hace necesario para el Gobierno en momentos en que debe avanzar con el ajuste. |