En sintonía con este encuentro, el mussismo ya no participa de las reuniones del grupo Esmeralda, agrupamiento de intendentes que encabeza Martín Insaurralde de Lomas de Zamora junto a Gabriel Katopodis de San Martín y Juan Zabaleta de Hurlingam, que busca unificar a los intendentes provinciales cristinistas bajo el ala del PJ “renovado” en vistas de las elecciones del 2017. Tampoco forman parte del grupo Fénix, bajo la órbita del FpV.
¿Cuál es objetivo que se esconde tras esta recorrida por el distrito, además de, según ellos “llevar colaboraciones a distintas instituciones”?
El golpe que sufrió el peronismo en las últimas elecciones, sobre todo a nivel provincial, hace que los intendentes revean con quien van a hacer bloques para conservar sus candidaturas. El grupo Esmeralda estaría coqueteando con Florencio Randazzo e incluso con el massismo.
Los escándalos de Julio De Vido y José López también alejaron al clan Mussi de la agrupación Los Oktubres, otro espacio de jefes comunales donde Mussi era protagonista.
Durante los más de 30 años de mussismo, padre e hijo han tejido todo tipo de alianzas para no perder el municipio, no sorprendería que ahora se acerquen a Cambiemos para lograr una vez más su cometido.
Para los Mussi el problema principal son las elecciones. No les importa que haya gente que siga padeciendo la falta de luz, de agua o que el hospital Evita Pueblo no tenga recursos para la cantidad de habitantes del distrito. Tampoco importan los reclamos de la comunidad educativa, los docentes que denuncian dar clases en condiciones pésimas y el reclamo por el boleto educativo gratuito.
En Berazategui, uno de los principales aliados comunales de Cristina Fernández de Kirchner comienza a tomar distancia ¿para acercarse al macrismo? Como en el fútbol, parece que se abrió el “libro de pases”. | 
