En el 2006, la Comisión Interna junto a los trabajadores de Manufactura de Fibras Sintéticas S.A. (Mafissa), como parte de la Multisectorial, impulsaron la lucha por la aparición con vida de Jorge Julio López. |
Mafissa es una fábrica que en la época del proceso militar se llamaba Petroquímica Sudamericana. Su dueño Jorge Emilio Curi (padre) fue un activo impulsor de esa dictadura, incluso escribió un libro llamado “Arriba Argentina” donde saluda con alegría el golpe de estado. Infiltró en la fábrica a los servicios de inteligencia de la Policía para detectar a trabajadores activistas y organizadores, llevándose de las puertas de la fábrica a militantes por solidarizarse y acercar fondos de lucha a los trabajadores que se encontraban en conflicto.
En el 2006, después de años de que la burocracia de la A.O.T. dirigiera la fábrica, los delegados de base ganaron, por robo, la Comisión Interna. Fue un hecho histórico. La bronca y las malas condiciones de trabajo hicieron que los compañeros se unieran y se convencieran de echar a esos delegados prehistóricos, y votar a compañeros que conocían y vivían nuestras necesidades y condiciones de trabajo, ya que trabajaban a la par nuestra.
Compañeros de más de 25 años de fábrica no podían creer que jóvenes trabajadores se hubieran organizado y ganado en un lugar con mucha historia obrera y manchada de sangre y desaparecidos.
Ya produciendo bajo el nombre Mafissa y con los nuevos delegados de base la situación cambió. En aquel período (2006- 2008) se elegía todo mediante asambleas, en las cuales no solo se discutía sobre lo sindical, por pelear por zapatos de seguridad o comedor, sino que algo nuevo y novedoso para muchos jóvenes se empezó a poner en debate. Se votaba acerca de cuestiones políticas, que iban más allá de las necesidades cotidianas que impone la supervivencia adentro de la fábrica o el salario. Se hacían asambleas para decidir qué medidas tomar por el asesinato del maestro Fuentealba en manos de la policía neuquina, salir a las calles y tomar estas peleas como propias.
Así fue cuando desapareció por segunda vez Jorge Julio López, convencimos a más de 100 compañeros de votar a favor de formar parte de la Multisectorial y marchar. Fue algo que nos cambió a más de uno, ser conscientes de la necesidad de hacer política, nuestra política, y meternos de lleno y luchar por los de nuestra clase. Un trabajador, como López, que empieza a hacer política mira más allá de una fábrica y empieza a cuestionar a esta sociedad donde los patrones nos hacen creer que les debemos la vida por darnos trabajo y agradecerles. Y cuando un obrero se vuelve político las patronales y las burocracias salen a perseguirlos como en los ‘70, como hicieron con el “Viejo”, como le decían sus seres queridos. El salir a las calles nos llenó de fortaleza porque marchar por López era también salir a pelear por todos nuestros compañeros y militantes que desaparecieron en Mafissa, era salir a pelear por el Negro Heredia, quien fue desaparecido y torturado y siguió trabajando hasta que un cáncer lo mató. Y es por eso que hoy aún fuera de Mafissa seguimos marchando y luchando por la aparición con vida, para que los responsables paguen y por la memoria de los 30000 compañeros desaparecidos. |