Desde las 9 de la mañana, comienza el primer encuentro oficial entre el Gobierno y el flamante triunvirato de la Confederación General del Trabajo (CGT), conformado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. Por parte del Poder Ejecutivo Nacional se harán presentes tres ministros: Jorge Triaca (Trabajo), Francisco Cabrera (Producción) y Jorge Lemus (Salud). Además, estará presente Mario Quintana, el secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete.
Si bien la reunión es abierta, se prevé que la CGT le acercará al Gobierno “reclamos” con eje en la caída del empleo, la pobreza, la reapertura de paritarias por la inflación y los cambios en las escalas del impuesto a las ganancias, importaciones y el reintegro de los millonarios fondos a las obras sociales sindicales, entre otros.
Con respecto a la exigencia de modificar las escalas del impuesto a las ganancias, el Gobierno ya se comprometió a enviar el proyecto al Congreso en los próximos días, junto con el presupuesto de 2017.
Desde la CGT también plantearían críticas por la negativa del Gobierno a la posibilidad de encuadramiento sindical de aquellos jóvenes que sean parte del Plan Primer Empleo. Este plan, como venimos denunciando por este medio, tiene previsto avanzar en las condiciones de precarización laboral, que es la moneda corriente entre los jóvenes. Ejemplo de esto son los puestos de trabajo que designaría McDonald’s por un salario de $ 4.500. A pesar de las críticas, se presume que en el encuentro buscarían acercar posiciones.
Una de las cuestiones que tratarán es la reapertura de paritarias por la inflación. El Gobierno esgrimirá que la misma está en baja, por lo que intentará ser firme en su negativa. Triaca ya adelantó que “no están dadas las condiciones” para reabrir las negociaciones. De todas maneras, es posible que el Gobierno quiera dar gato por liebre y ofrezca un bono de fin de año. La CGT, que ha venido mostrando una tibieza maratónica frente al ajuste, se mostró interesada en comprar este paño frío. Ayer, Daer señalaba que, desde la central obrera, “no podemos descartar que se pida una suma fija, un premio o bono de Navidad". ¿Tregua? Sí, gracias.
Otro tema “delicado” es la posibilidad de un paro nacional. Carlos Acuña se refirió a esto en diálogo con Radio Belgrano: "No alcanza con empezar con medidas de fuerza, queremos que el Gobierno reconozca esta situación y ver las posibilidades de salir de esta situación. La CGT no está para apagar el fuego con nafta, pero si no hay respuestas y es todo para el sector empresario, se van a tomar las medidas necesarias". Más allá de las amenazas, lo que la CGT vuelve a dejar en claro es su enorme voluntad para dejar pasar el ajuste, sin tomar una sola medida para frenarlo. Más que nafta, la CGT huele a naftalina.
La realidad hasta ahora es que, con el arreglo sobre los fondos de las Obras Sociales pactado entre Moyano y Mauricio Macri, los dirigentes sindicales, se han dedicado "mantener la calma". Mientras, son decenas de miles los que han perdido el empleo en lo que va del año y la inflación ya llegó a comerse alrededor de un 10 % del salario, y esto es así por más que el Ministro Prat Gay afirme que “la inflación no es un problema”. El conjunto de la población trabajadora la que viene sufriendo el ajuste en carne propia.
El Frente de Izquierda viene realizando una importante campaña en todo el país, exigiendo a las centrales sindicales un Paro Nacional con movilización para el 16 de septiembre, cuando se realizarán las audiencias públicas por el tarifazo del gas. |