Madres, padres y familiares de un grupo de alumnos de nivel inicial que concurrían a un colegio privado con orientación musical se hicieron presentes en la legislatura cordobesa para dar a conocer un escrito en el que denuncian que los niños eran abusados por al menos un docente del establecimiento. Además, señalan posible complicidad de dos empleados más de esta institución.
Se organizaron en el colectivo "Ni un niño más" para dar visibilidad a su denuncia. "Ha pasado un año y medio desde que se realizó la primera denuncia, pronto se sumaron 15 más. Pero sólo se realizaron dos cámaras Gessell, cinco denuncias fueron archivadas y hasta el momento no hay ningún imputado, ni siquiera un llamado a indagatoria", detallan.
Los familiares refieren cómo se fue dando el proceso: "luego de la primera denuncia por abuso sexual en el Nivel Inicial, en mayo de 2015, comienzan a surgir otros relatos de niños y niñas de 3, 4 y 5 años, y también de quienes estaban en primer y segundo grado, que narran haber atravesado las mismas situaciones en su paso por el jardín". Las denuncias se fueron acumulando con el tiempo en la única fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual que existe en Córdoba, a cargo de la fiscal Alicia Chirino, y ya son 16. Sostienen que los casos detectados son muchos más, "alrededor de cuarenta", pero no han querido judicializarlo por distintos motivos: "los hermanos y hermanas concurren a distintos niveles de la institución, tienen amigos o parientes dentro del plantel educativo y se sienten incómodos, no confían que la justicia llegue a resolver el caso".
“Los relatos de niñas y niños, muchos de ellos sin conocerse entre sí, son coincidentes", narra una de las mamás y se pregunta: "¿Cómo dudar de sus testimonios? Un niño no puede hablar sobre lo que no conoce". "La justicia en lugar de dar una respuesta a estos niños y niñas que sufrieron violencia sobre sus derechos más básicos, como es el respeto a su integridad física y psiquíca, lo que hace es relativizar su palabra, revictimizando, acentuando su vulnerabilidad", agrega.
En su relato expresan que acudieron a realizar las denuncias para salvaguardar a los niños y se encontraron con que los que empezaban a ser cuestionados eran ellos: "Se dedicaron a investigar las actividades a favor de la visualización del caso que realizan mamás, papás y abuelos: panfleteadas, publicaciones por Facebook y manifestaciones frente al edificio de Tribunales II; demostrando así la intención de amedrentar cualquier intento de hacer pública la gravedad de lo ocurrido, pero la inspección ocular a la institución se realizó casi cuatro meses más tarde de hecha la primera denuncia, en un escenario totalmente cambiado, ya que la escuela había realizado modificaciones arquitectónicas en los espacios donde ocurrieron los hechos".
Una vez más se hace presente la lucha de padres, madres y familiares que ante la violencia sufrida por niños y niñas ven la necesidad de organizarse y difundir lo sucedido a través de las redes sociales y de acciones públicas ante los "oídos sordos de la justicia", la cultura patriarcal que impregna su accionar, los lazos del poder político y de los intereses económicos, por sobre la integridad física y psíquica de un niño o niña.
Romper el silencio y la impunidad
En Argentina, uno de cada cinco niños menor de 18 años sufre algún tipo de abuso, así lo expresa Mabel Bianco presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). Es uno de los problemas de violencia más invisibilizados: "se estima que se denuncian sólo el 10% de los casos”, sostiene el informe elaborado por FEIM, que agrega que "de ellos se condenan menos del 1%. De cada 1000 abusos que se cometen, se condena solo uno".
"En muchos casos la falta de indicadores observables o la imposibilidad de detectarlos, hacen que la tarea de identificar a las víctimas sea muy difícil si ellas no dicen nada", señala el informe de FEIM. Al respecto las mamás del colectivo "Ni un niño más" comentan que la actitud principal es “la escucha de los padres, el habilitar la voz del niño o sus dibujos -dibujos con caras tristes, o con la boca por ejemplo como una cruz de que ahí había un secreto, de que no se podía hablar, las partes genitales tachadas". "Algunos síntomas -continúa una de las mamás- de que los niños estaban atravesando por una situación traumática en un principio se confundieron con otras situaciones, porque son berrinches, porque tienen regresiones los niños, pesadillas nocturnas que uno dice bueno, es propio de la edad. Pero no, no es normal que un niño tenga todas las noches pesadillas, o que siempre tenga berrinches muy notables, muy fuertes o use expresiones fuera de lo habitual. Esos síntomas aparecen los primeros quince, veinte días de abuso, luego, si el abuso se torna sistemático van desapareciendo. De allí que cuando los niños son muy pequeños, quizás hasta se disocian, no pueden hablar de esto, no tiene las palabras para expresar aquello por lo que están pasando". "En este caso debemos sumar las amenazas a las que eran sometidos. Los chicos, cuando les preguntábamos, se enojaban, porque no querían hablar porque el profesor los había amenazado de muerte. Entonces la recomendación básica y la primera de los especialistas fue sacarlos de la escuela, al estar fuera muchos de los niños se sintieron seguros y comenzaron a contar lo sucedido".
El sitio creado por las madres, padres y familiares del colectivo "Ni un niño más", para visibilizar la lucha que llevan adelante es: http://niunniniomas.wixsite.com/pagina
Declaración de la legislatura
El pasado jueves se hicieron presentes en la sesión legislativa donde presentaron un escrito. El texto fue leído en el recinto por el Legislador del PO/Frente de Izquierda, Eduardo Salas, quien luego pidió que se archivara la respuesta enviada por el Ministerio de Educación ante su pedido de informe sobre el caso. Luego de acompañar y solidarizarse con las familias, la legisladora Laura Vilches del PTS/Frente de Izquierda, propuso que la cámara se pronunciara exigiendo “a la Justicia una pronta respuesta frente a la violación de los derechos de los niños que se estaban denunciando”.
La bancada de Unión por Córdoba tuvo que dialogar con los planteos de los legisladores del FIT y sostuvo que no se archivara el proyecto de Salas sino que fuera enviado a comisión y tomó la propuesta de Vilches, acompañada por legisladores de otros bloques, referida elaborar una declarativa. El cuerpo legislativo aprobó la iniciativa que "declara la preocupación y solidaridad con la problemática que atraviesan los familiares de las presuntas víctimas del establecimiento educativo Collegium, a la vez que expresa la necesidad de que hechos de esta naturaleza deben ser esclarecidos por la Justicia con rapidez".