La participación de Argentina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 fue la vigésimo primera presentación oficial organizada por el Comité Olímpico Argentino. La delegación estuvo integrada por 213 deportistas en 25 deportes. Se trató de la segunda delegación más numerosa en la historia, luego de la de Londres 1948, en donde compitieron 242 deportistas. Estos juegos también fueron los mejores desde justamente aquellos en Inglaterra. No solo por las medallas logradas. El marco del público argentino. La entrega de cada atleta, el contagio y la identificación que sintió el pueblo con muchos deportistas lo hicieron único.
El primer día de competencia con la medalla de oro lograda por Paula “Peque” Pareto en yudo fue un punto de inflexión. La oriunda de San Fernando (bs as); que venía de conseguir el bronce en Londres 2012; tuvo un arranque de juegos extraordinario y se convirtió en la primera deportista mujer en lograr una presea de oro.
Juan Martin del Potro con casi tres años sin jugar y luego de varias operaciones en la muñeca izquierda fue sin dudas otro de los deportistas destacados, que además, despertó la admiración de mucha gente alrededor del mundo. Con un sorteo poco favorable le tocó enfrentar en su debut a Novak Djokovic. Parecía que sería debut y despedida para él, sin embargo, no solo le ganó al serbio sino que también despachó al español Bautista Augut (17 del ranking ATP) en cuartos de final y a Rafael Nadal en semis. En la final buscando la medalla dorada batalló de igual a igual ante Andy Murray pero no le alcanzó. Fue plateada para él, pero recogió un reconocimiento de oro.
Esa rebelión que generó La Torre de Tandil fue muy parecida a la que hicieron los chicos del Vóley. Sin grandes pergaminos y con un grupo muy complicado fueron una grata sorpresa ganándole a rivales que eran favoritos, como por ejemplo a Rusia último campeón olímpico. Cerraron primeros su zona pero el destino hizo que se cruzaran con el local y una potencia mundial como Brasil. Tuvieron un enorme partido pero sucumbieron ante tal poderío. La actuación igualmente invita a ilusionarse para el futuro.
Los Gladiadores, La Garra (selecciones de handball masculina y femenina), Las Panteras (vóley femenino), Los Pumas seven (Rugby) redondearon excelentes partidos pero no les alcanzó contra las potencias mundiales. Seguirán creciendo porque tienen mucho para dar.
Las Leonas y el seleccionado de fútbol eran sin dudas los favoritos a conseguir medallas, sin embargo, las chicas no hicieron una buena competencia y los jóvenes de la selección sub 23 no estuvieron a la altura. Ambos empezaran de nuevo a refundarse y volver al podio olímpico como en juegos anteriores.
En atletismo Germán Chiaraviglio y Brian Toledo se metieron en la final de salto con garrocha y lanzamiento de jabalina respectivamente generando ilusión, pero no lograron subirse al podio. Aunque sus actuaciones estuvieron por encima de lo esperado.
Los diplomas olímpicos son un mérito importante para cualquier deportista y Argentina obtuvo las siguientes:
Selección masculina de rugby 7. Yamil Peralta, Boxeo, Peso pesado masculino (91kg). Melisa Gil, Tiro Skeet femenino, 8º puesto. Emiliano Grillo, Golf masculino, 8º puesto. Selección femenina de hockey sobre césped. Alberto Melián, Boxeo, Peso gallo masculino (56kg). Patricia Bermúdez, Lucha Libre. Selección masculina de básquetbol. Selección masculina de vóley. Yago Lange y Klaus Lange Vela 49er Masculino, 7mo puesto. Matías Albarracín, Equitación, Salto Individual, 8vo puesto.
Las dos sorpresas que obtuvieron medallas doradas vinieron de la mano del Yachting con Lange y Cecilia Carranza y el Hockey sobre césped masculino.
Los primeros dominaron de punta a punta su disciplina y marcaron el camino hacía una medalla, pero también el de la vida. Lange de 54 años superó un cáncer y le extirparon un pulmón meses antes. La medalla era un sueño utópico para él, que ya era un verdadero campeón de la vida.
Por su parte Los Leones brillaron en toda la competencia jugando un hockey de alto vuelo. Golearon a Alemania, el gran favorito, y se impusieron ante Bélgica en la final coronando años y años de trabajo para un equipo plagado de jugadores talentosos y con Chapa Retegui como entrenador.
Para el final quedó la Generación Dorada. Ginobili, Scola, Nocioni, Delfino se prepararon para disputar este torneo y cerrar un ciclo. Como no podía ser de otra manera estuvieron a la altura de la envergadura de la competencia. Con los años de experiencia; pero ya sin el rendimiento físico de antes; fueron los guías de Facundo Campazzo (de enorme juego olímpico), Patricio Garino, Marcos Delia entre otros chicos. Dejaron una huella. Luego de una heroica victoria ante Brasil la suerte no le jugó una buena pasada y le puso en el camino a Estados Unidos en cuartos de final. No se pudo repetir lo de Indianápolis 2002 y Atenas 2004 donde esta generación venció al Dream Team y fue el final de estos extraordinarios jugadores. Tal vez la selección que más arraigo e identificación tuvo con la gente. Fue tan fabuloso lo conseguido que luego de esas derrotas los genios de la NBA no volvieron a perder ni un solo partido. Pisaron muy fuerte y serán por siempre la Generación Dorada.
La participación concluyó con tres medallas de oro y una de plata, 11 diplomas olímpicos. En el medallero general ocupó la posición número 27, sobre 206 países participantes, lo que constituye el mejor desempeño del historial olímpico argentino en relación con la cantidad de participantes. Argentina resultó quinta en América Latina y el Caribe, después de Brasil (13), Jamaica (16), Cuba (18) y Colombia (23).
Sin dudas unos Juegos Olímpicos inolvidables que marcaron el deporte y el espíritu amateur de muchos deportistas y atletas. A pensar en Tokio 2020 para que la cosecha siga creciendo.