Hace pocos días se consolidó el golpe institucional en Brasil. Un gobierno electo por 61 senadores acusados de corrupción ha consumado el robo del voto de millones de brasileros y brasileras. Desplazaron a Dilma para atacar aun más a los trabajadores de lo que ya venía haciendo la expresidenta. A partir de la implementación de medidas que avanzan contra nuestros derechos, la asimilación de los métodos corruptos del capitalismo y el intento de acuerdos con los políticos de la derecha, el PT preparó el camino para este golpe. Este golpe no es solo contra Dilma o el PT, también es un golpe contra los trabajadores. Por eso, este domingo salimos a las calles.
Con el golpista Temer como presidente quieren implementar el plan de gobierno de la Federación de Industrias de San Pablo (FIESP). Atacar la jubilación, terminar con los derechos laborales, entregar las riquezas de los campos de Pre-sal y Petrobras. Terminar con el Sistema Único de Salud (SUS) y atacar a los trabajadores del estado. Quieren imponer miedo a quienes salen a las calles a protestar contra el golpe. Intentaron prohibir las manifestaciones de este domingo pero tuvieron que retroceder. Están reprimiendo manifestaciones en todo el país. Otro motivo para salir a las calles.
Llamamos a ir a las calles luchando por poner como prioridad nuestra lucha contra los ataques y ajustes de Temer, exigimos que las centrales sindicales como la CUT, la CTB y la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y otras entidades sindicales y populares que apoyaban el gobierno de Dilma abandonen su parálisis y pongan la fuerza de la clase trabajadora para luchar contra estos ataques, construyendo una verdadera huelga general. Es a partir de la fuerza de la clase trabajadora y de la juventud que podremos lograr el “Fuera Temer”.
Nuestra lucha no puede terminar en la elección de un nuevo político ajustador, sea Lula, Ciro, Aécio o Marina Silva. No podemos tener ilusiones en que el llamado a nuevas elecciones, sin cambiar totalmente las reglas del juego, puedan ser una salida a la crisis política y económica del país. No es casualidad que la política de elecciones generales sea la que levanta Marina Silva, la Folha de São Paulo y ahora también el PT. Nuevas elecciones, incluso con estas reglas antidemocráticas que excluyen a la izquierda de los espacios de TV, serán usadas como una forma de concretar un nuevo pacto para dar legitimidad al nuevo presidente para ajustar y atacar a la clase trabajadora.
Peleamos contra todo este régimen corrupto. Queremos que la clase trabajadora como sujeto avance en cuestionar los privilegios de los políticos, luchando para que todo político o juez electo sea revocable y gane como una maestra. Luchamos para imponer la fuerza de la movilización con una nueva Constituyente que sirva para poner todos los cuestionamientos políticos y sociales del país en primer plano, ayudando a la clase trabajadora a avanzar en la perspectiva de un gobierno obrero de ruptura con el capitalismo y el imperialismo. |