Según la información oficial proporcionada por la Comisión Nacional del Agua, lo haría por segunda ocasión en Sonora, “en la parte de arriba de Guaymas”.
Respecto a los daños causados por Newton en Baja California Sur, las declaraciones oficiales afirmaron no tener aún una evaluación. Sin embargo, las lluvias torrenciales ya causaron inundaciones y deslaves en varios estados, como es el caso de Guerrero, donde dejaron daños en casas y escuelas.
Mientras tanto, el Sistema Nacional de Protección Civil mantiene el estado de alerta en Baja California Sur, Baja California, Chihuahua, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Sinaloa y Sonora. En particular el alerta roja corresponde a Baja California Sur, en tanto que la naranja se asignó al sur de Baja California, sur de Sonora y el centro y norte de Sinaloa.
Se esperan lluvias torrenciales en Baja California Sur y Jalisco; intensas en Sinaloa, Nayarit y Sonora; muy fuertes en Chihuahua, Durango y Zacatecas. De igual forma, fuertes oleajes (de hasta 5 metros) en la costa de los estados, y fuertes vientos con rachas de 70 kilómetros por hora.
En estas circunstancias, son los trabajadores y los sectores populares, sumidos en la pobreza y la precariedad, los que más resienten los efectos de estos huracanes, que golpean con mayor dureza sobre sus espaldas. Las llamadas “políticas sociales” de los gobiernos (tanto federal como locales) no responden a las necesidades de la amplia mayoría de la población y la dejan en la indefensión, una muestra más de que su interés es gobernar al servicio de los grandes capitalistas y sus negocios.
Con información de Agencias |