Varios celebraron la irrupción de Lagos ante lo que ven como “vacío de poder” o crisis de la autoridad. Lagos, ex presidente de la Concertación entre los años 2000-2006, viene a ofrecer una figura del “orden” en el marco de una fuerte crisis institucional y debates sobre una posible recesión. Es un candidato preferido de la vieja Concertación, de los grandes empresarios y de los sectores conservadores. Todos “neoliberales” a gusto con un hombre como Lagos.
El propio Lavín, hoy candidato a Alcalde de la comuna de La Reina, un nicho histórico de la derecha, ve con buenos ojos una disputa Lagos-Piñera, pues el “laguismo-piñerismo” sería prácticamente casi lo mismo para “enmendar” el rumbo del país.
También entregó su apoyo el empresario César Barros, oficial de reserva del Ejército, en su momento cercano de la organización fascista Patria y Libertad y reconocido simpatizante de Pinochet, del Golpe y la dictadura militar.
En radio Duna señaló: "Yo soy de derecha pero Lagos tiene una característica y es que manda. No tiene que bajar a conversar con el pueblo. Tiene esa cosa de que se acaben las insolencias, como esa manga de pendejos que entran a la oficina del rector, le botan los papeles del escritorio... esas cuestiones se tienen que acabar".
"En ese sentido me gusta Lagos más que Piñera. Porque en ese aspecto es un gallo que tiene una actitud de estadista, que mira desde arriba las cosas, no le vienen con pelotudeces. Lamentablemente Sebastián es más permeable a querer ser amado", afirmó.
Señaló además que hay que venir aponer “orden” al país y Lagos cumpliría esa expectativa del empresariado: "estamos sin orden y sin crecimiento y de repente en manos de cabros que no se saben sacar los mocos y andan pauteando a todo el mundo".
Por último, coincidió con su par, el multimillonario Andrónico Luksic que criticó a aquellas "minorías vociferantes" que a su juicio han poblado la opinión pública. "no tienen ninguna receta práctica para lograrlo. Andan vociferando como los canutos el domingo” señaló. | 
