Las mujeres luchadoras hemos estado al frente cada vez que tuvimos que exigir nuestros derechos. El 3 de junio marchamos miles en diferentes puntos de la provincia. La marcha #NiUnaMenos mostró la fuerza que tenemos las mujeres organizadas y nos propusimos llevar esa organización a los lugares donde vivimos, trabajamos y estudiamos. Somos parte de la enorme lucha docente contra el Ítem Aula que vulnera los derechos de las trabajadoras. El 12 de agosto nos encontró nuevamente peleando en las calles por la Libertad Para Belén, que fue liberada unos días después, producto de la enorme campaña nacional e internacional.
Le pusimos voz a las que hoy no están, porque no nos olvidamos de Johana, Gisela y Soledad y las seguimos buscando con vida. Y nos encontramos peleando contra el oscurantismo clerical en el sur y en toda la provincia. Junto al Frente de Izquierda y sus legisladoras y concejalas acompañamos estas luchas para terminar con la violencia hacia las mujeres.
Ahora tenemos un desafío enorme. Viajar al Encuentro Nacional de Mujeres para organizarnos con compañeras de todo el país.
Contra la precarización del trabajo y de nuestras vidas
Hoy el gobierno lleva adelante un plan de ajuste, tarifazos y despidos, y las primeras y más afectadas somos las mujeres trabajadoras. El Ítem Aula es un ataque a las trabajadoras de la educación que afecta nuestro salario y régimen de licencias. En la salud, la industria o los servicios, la precarización laboral la vivimos día a día en nuestras vidas y cuerpos, como cuentan las empleadas domésticas de Lujan de Cuyo.
La resistencia a este plan económico ira por la mitad si no nos organizamos como mujeres trabajadoras.
Libertad para Belén, libertad para decidir sobre nuestros cuerpos
Belén fue a la cárcel hace dos años luego de sufrir un aborto espontáneo en Tucumán, y la justicia quiso dar un mensaje aleccionador para todas. Pero no pudieron. No los dejamos avanzar y gracias a la lucha está en libertad. Nuestro próximo objetivo es la anulación de su condena.
Es fundamental que las mujeres conquistemos también el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en los hospitales públicos, para que ninguna mujer pobre muera por abortos clandestinos ni tenga miedo de ir a un hospital. Queremos la educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir que nos fueron negados bajo el gobierno de Cristina y hoy sigue negándonos el gobierno de Macri.
Y en Mendoza no debemos dejar que el gobernador Cornejo siga obviando la aplicación del protocolo para la atención de abortos no punibles. Este debe ser aplicado de inmediato.
Contra la intromisión de la Iglesia en nuestros cuerpos y nuestras vidas
Los gobiernos mantienen una relación carnal con la principal abanderada del oscurantismo y la persecución de las mujeres, la jerarquía eclesiástica. No sólo les entregan subsidios millonarios, les ceden terrenos, la liberan de impuestos y les dan jubilaciones de privilegio, sino que también dejan que la Iglesia Católica digite las políticas del Estado.
Durante las últimas semanas los grupos ultracatólicos presionaron para suspender una capacitación en género y diversidad sexual en General Alvear, luego un cura sanrafaelino fue procesado por abuso sexual a dos menores, y por último en Malargüe convocaron una marcha contra una obra teatral porque uno de los personajes era gay. Pero estas acciones no pasaron como si nada y recibieron un repudio enorme de la sociedad a nivel provincial y nacional. Una vez más queda claro que sus ideas atrasadas en siglos tienen poco arraigo en la cotidianeidad de miles de mujeres y jóvenes. Desde Pan y Rosas nos pusimos en primera fila contra el oscurantismo, y este sábado haremos un pre-encuentro de mujeres en San Rafael, junto a compañeras de todo el sur, para plantar bandera contra esta institución retrógrada.
Ni una menos: por Johana, Soledad y Gisela
Fueron las maestras de Johana las que comenzaron la incansable búsqueda que continúa hasta hoy. Fue la organización de las mujeres la que mostró la realidad de la desaparición de mujeres en la provincia. La justicia mira para otro lado y al día de hoy no se sabe qué pasó con las chicas. No queremos ni una mujer menos víctima de trata ni de violencia de género. Seguimos buscando a Johana Chacón, Soledad Olivera, Gisela Gutiérrez y gritando ¡Ni una menos!
Para fortalecer estas luchas viajamos al Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario. Vamos junto a las compañeras docentes que enfrentaron el Ítem Aula, con las estudiantes que pelearon contra el arancelamiento de la UNCuyo y defienden la educación pública, con las jóvenes que enfrentan al Opus Dei en el sur provincial, con las maestras de Lavalle que buscan a Johana y Soledad. Más de 4.000 compañeras de Pan y Rosas de todo el país seremos parte de este Encuentro. Como estuvimos en cada lucha, ahora vamos al Encuentro, porque estamos convencidas de que se puede, de que la fuerza de las mujeres trabajadoras, estudiantes, amas de casa es imparable si estamos organizadas. |