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El partido empezó con una presión al seleccionando boliviano que aguantó durante 30 minutos. Mauricio Lampe, arquero de la selección boliviana, se convirtió en la figura del partido, desvió dos tiros de cabeza en el primer tiempo. El planteamiento veloz de Pizzi, técnico de la selección chilena, tenía por objetivo liquidar el partido en los primeros minutos, cosa que no logró cuando, a los 34 minutos, el partido empezó a ser más lento.
Los 30 minutos iniciales fueron de ida y vuelta de las dos selecciones; se notaba el esfuerzo de la selección boliviana en los rostros de los jugadores. El nerviosismo de la selección chilena se empezaba a notar en la última línea defensiva.
Para el segundo tiempo los jugadores chilenos empezaban a agredir con faltas en dos ocasiones a Lampe; una falta le valió la anulación del gol a la roja y la otra falta una tarjeta amarilla para Vidal. El equipo boliviano tuvo dos tarjetas, Lampe por retrasar el partido y Walter Flores.
La selección boliviana, que con Ángel Guillermo Hoyos hace su segundo partido, mostró que sudó la camiseta en el aguante a la selección chilena. La forma en que se paró en el medio sector, con poco de retraso en la línea de defensa, fue la forma en que anuló los distintos ataques del rival. Hoyos que en el anterior partido con Perú se lo vio en los vestuarios agitando en los camerinos transmitiendo confianza al equipo que con estos dos partidos ha salido de la racha de malos partidos.
Hacia adelante están Brasil y Ecuador, dos rivales donde se verá los resultados del trabajo de la selección boliviana que viene sobrellevando problemas futbolísticos y también dirigenciales en temas de corrupción. | 
