El Ministerio de Agroindustria terminó de redactar el anteproyecto que enviará al Congreso para modificar la vieja Ley de Semillas. El objetivo es limitar el derecho al “uso propio” de los productores, reclamo que viene exigiendo las empresas y multinacionales como Monsanto en cobrar regalías por el uso de las semillas.
Las voces excluidas del proyecto son los derechos de las comunidades originarias y los reclamos de las asociaciones ambientalistas y la izquierda que se opone al control de las multinacionales sobre la producción primaria.
La multinacional Monsanto estableció su propio sistema para cobrar regalías a los productores por sus nuevas sojas transgénicas, control que fue rechazado por el Gobierno y las entidades rurales. La tregua entre el gobierno y la multinacional se concreta cuando el ministro Buryaile se comprometió a presentar un proyecto en el Congreso para discutir el tema.
El proyecto del ministerio de Agroindustria, según adelantó el diario Clarín, sugiere agregar a la vieja Ley de Semillas un artículo que determine que "el precio que abone cualquier usuario y/o adquirente de semilla por la misma incluirá sin excepciones todos los conceptos por los derechos de propiedad intelectual que la semilla y los productos obtenidos a partir del uso de la misma contengan y/o la tecnología incorporada". Esto significa que la única manera de cobrar regalías, como las que exige Monsanto, será al momento de vender una bolsa de semilla fiscalizada. No se podrá cobrar pagos posteriores o descuentos al productor.
El mismo artículo explica que "en cada compra de semilla deberá establecerse el valor" a pagar "por el uso de la tecnología incorporada a la variedad vegetal en las dos multiplicaciones posteriores a la adquisición y por el uso incremental". Esto se agrega porque en algunos casos los productores pueden guardar una parte de su cosecha como simiente para el año próximo, lo que se conoce como “uso propio”.
Se establece que solo pagarán regalías aquellos productores que tengan "una facturación mayor a tres veces el monto correspondiente a la categoría más alta del monotributista", es decir quienes facturen más de 1,2 millones de pesos. En estos casos el uso de su propia semilla será caro para las dos primeras multiplicaciones posteriores. A partir de la tercera multiplicación pagará también regalías por el área sembrada con esa variedad que se agregue a la inicial.
El proyecto declarará de "de orden público" estas disposiciones para regular el negocio semillero y se otorgará al personal del Instituto Nacional de Semillas (INASE) "acceso a cualquier cultivo o producto de la cosecha en cualquier lugar en que se encuentre, a los fines de verificar la legalidad de la semilla que le dio origen".
Se recuerda que en el momento que se dio a conocer la intención del gobierno de presentar un proyecto de ley desde Monsanto destacaron que "este es un paso en la dirección correcta" y las acciones de la multinacional en los Estados Unidos cerraron con un aumento de casi el 2 %.
Las organizaciones que componen la Multisectorial No a la Ley Monsanto realizarán hoy una audiencia pública en el Congreso bajo el nombre de “Ley de Semillas y Agronegocios en Argentina ¿Qué hay detrás del proyecto del Gobierno para la modificación de la Ley de Semillas?” donde se debatirá en profundidad en torno a los agronoegocios y Ley de Semillas.
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