Septiembre arrancó con una nueva ola de suspensiones en las fábricas metalúrgicas del distrito. El viernes de la semana pasada, el intendente Gabriel Katopodis perteneciente al ‘’Grupo Esmeralda’’ (que nuclea distintos intendentes del peronismo bonaerense), compartió un acto con referentes de la UIA y salió a hablar a favor de las cámaras empresariales de este y otros sectores. Días atrás había declarado junto a las cámaras textiles que “cuando no se cuida la industria nacional se pierden empleos”.
La política del intendente no distingue a los verdaderos perjudicados de los planes de ajuste del Gobierno: para Katopodis la pasan mal las empresas, y de los trabajadores ni se habla. Muestra su “preocupación” junto a los empresarios que suspenden, despiden. En las fotos de los “actos oficiales” del municipio, no salen los jóvenes despedidos que trabajaron durante años por agencia, o los obreros con años de fábrica a los que se los empuja a la “jubilación anticipada”. La industria no está parada, sino que más bien las patronales “ajustan” las cuentas utilizando como variable el salario y la estabilidad laboral de los obreros.
Mientras el intendente sigue con sus reuniones con empresarios, en algunas empresas metalúrgicas del distrito las suspensiones se realizan hasta con el 80% de los trabajadores, cobrando el 70% del salario. Lo que los trabajadores ganaron en las paritarias los comió la inflación, los tarifazos ahora aprobados por la Corte Suprema y los meses de suspensiones.
El pasado viernes también, las centrales sindicales convocaron a la Marcha Federal junto con organizaciones kirchneristas y cámaras patronales, entre ellas APyME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios), donde marcharon 200.000 trabajadores de distintos gremios. A pesar de que las burocracias de distintos gremios sigan apelando a las alianzas con sectores empresariales y partidos patronales y esperando a vaya uno a saber qué para llamar a un paro nacional, son miles los trabajadores que tienen disposición a enfrentar el ajuste, los despidos, los tarifazos y las suspensiones, a pesar de la tregua impuesta por su dirección.
“Las PyMEs son la potencia productiva del país” se tituló el último acto del municipio con las cámaras empresariales. Lo que Gabriel Katopodis no dice es que mientras se asocia con las patronales para defender “el trabajo” y “el desarrollo”, son miles los trabajadores vecinos del municipio de San Martín que son castigados con los planes de ajuste patronales.
El 16 de este mes es el día de la audiencia pública por el tarifazo al gas, y desde la izquierda ya estamos convocando a movilizarnos para derrotar el ajuste en las calles. Es urgente que las centrales sindicales abandonen la pasividad y llamen a un paro nacional activo para ese día para que la crisis la paguen quienes la provocaron.
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