Hasta mediados de siglo XX la disciplina hegemónica en Salud Mental era la psiquiatría, defensora en ese entonces del modelo médico manicomial. A partir de los cuestionamientos a ese modelo, otras disciplinas comenzaron a tener injerencia en la Salud Mental. Así, psicólogos, psicoanalistas, sociólogos y trabajadores sociales tomaron parte cada vez más activa en los procesos de salud.
Al calor de los movimientos y luchas sociales de obreros y estudiantes de los años 60s, la Salud Mental adquirió un enfoque colectivo y anti manicomial. Los profesionales de la salud comenzaron a asumirse como trabajadores al servicio del pueblo trabajador.
En el año 1972 esas mismas trabajadoras y trabajadores formaron la primera Coordinadora de Trabajadores de la Salud Mental. Aquella experiencia participó de las luchas colectivas de obreros y estudiantes de esos años previos a la dictadura y el neoliberalismo. Pero la avanzada represiva brutal detuvo el movimiento. En Salud, su efecto duradero fue comentar un ajuste que ya llevado al sistema casi al colapso y a obligar a los profesionales a una especie de sálvese quien pueda que rompió los tejidos colectivos y los limitó al mero ejercicio liberal e individual de la profesión.
Hoy estamos ante una época de ajustes y ataques a la clase trabajadora. Época que no es nueva, sino continuidad de aquel atropello del capitalismo que comenzó en los 70s y que cada gobierno desde entonces, con mayor o menor esmero, sostuvo. Lxs trabajadorxs de la Salud y la Salud Mental, asumiendo su lugar junto a sus compañerxs de clase, vuelven a reunirse en un Encuentro que se proponga la transformación de los profesionales liberales en trabajadorxs de la salud. Una cita por una nueva Cooordinadora de Trabajadorxs de Salud Mental. | 
