Entonces, como científicos interesados en el producto de nuestro trabajo, nos podemos hallar en conflicto con la agenda y los métodos de la ciencia en las instituciones donde trabajamos. El acercamiento reduccionista, que va de acuerdo con los fines de los dueños de la ciencia, será el rumbo con que nos toparemos una y otra vez.
En el caso de la agricultura, el enfoque reduccionista de las grandes industrias agroquímicas y las instituciones de investigación subvencionadas por estas es el que predomina. En este caso se aboga por una agricultura a gran escala altamente dependiente de insumos. Sin embargo, el otro rumbo es el ecológico, que dice que la evolución de la agricultura ha de ser de la heterogeneidad aleatoria por propiedades del terreno, pasando por la homogeneidad industrial capitalista, hacia la heterogeneidad planificada.
Vislumbramos un paisaje de mosaico donde cada pedazo de terreno tiene diferentes funciones. Primero, hay que tener una diversificación en la producción de cosas que son esenciales. Un huracán puede tener un diámetro de 200 kilómetros, entonces, toda la producción de arroz puede venir de una zona muy rica en el terreno, muy apta para el arroz, pero que puede ser arrasada en un día. Así, es importante que la producción de arroz se lleve a cabo no solamente en los sitios más aptos para el arroz, sino en diferentes zonas, como protección contra lo impredecible. Segundo, un mosaico del tipo de cultivo según su necesidad. Hay que producir diferentes nutrientes porque el propósito de la producción agrícola es alimentar a la gente, entonces necesitamos una diversidad de carbohidratos, de proteínas, de frutas, de azúcares, etc. Además, producimos de modo que la demanda de mano de obra es variable durante el año, estacional. Finalmente, a nivel de una granja, una zona, tenemos un mosaico donde un bosque produce madera, carbón, miel, fruta, nueces; pero también es el refugio para las aves que comen mosquitos, es un refugio para avispas que parasitan a las plagas de los cultivos, ofrece sombra, modifica la variabilidad del clima, reduce la velocidad del viento, es un sitio agradable, con sombra, donde los trabajadores pueden almorzar y modifica el ambiente más o menos a una distancia de diez veces la altura de los arboles hacia los otros campos. Un pasto tiene, claro, sus productos de carne y de leche, pero también estiércol para los cultivos vegetales, evita la erosión si lo llevan a cabo bien, tiene malezas, las malezas son importantes porque son fuentes de néctar para las avispas que controlan las plagas. Entonces, dentro de los predios de cultivos anuales tenemos dinámicas con diferentes relaciones; relaciones con la lluvia, el clima y toda la incertidumbre del ambiente. Si una planta no prospera este año, la planta de al lado sí puede prosperar y ocupar su espacio. En este contexto hablamos del índice de utilidad de la tierra (land equivalency ratio) que es el terreno que uno necesita para producir todos los diferentes cultivos que podemos producir juntos, en campos aparte. Eso quiere decir que, por ejemplo, frijoles sembrados junto con tomate en una hectárea pueden producir el equivalente de 1.3 hectáreas de tomate más 0.7 hectáreas de frijol. Así, vemos que la producción mezclada es una manera de defender los cultivos y el suelo. Algunas de las plantas fijan nitrógeno, otras promueven micorrizas que movilizan potasio y fósforo, algunas repelen nemátodos, otras atraen a las plagas para que no molesten al cultivo principal. Por ejemplo, en la provincia de Holguín los cubanos siembran pimiento, que es el cultivo que prefieren, pero cada quince líneas de pimiento hay una línea de maíz. El maíz es mucho más atractivo para el gusano de ejército (se llama soldado ahí), entonces va al maíz y deja tranquilos a los pimientos; daña al maíz pero este todavía sirve para alimentar al ganado. Hemos encontrado que una hormiga leona puede proteger al boniato, el problema es que no tolera bien el sol, entonces hay que introducir a la hormiga después de que el boniato está medio crecido y tiene su propia sombra; pero eso es laborioso porque no permitimos que las hormigas se siembren a sí mismas. En vez de eso, se puede hacer con una franja de plátano alternando con franjas de boniato: El plátano sí hace suficiente sombra para las hormigas, las hormigas producen su nido y exploran al boniato. Y cuando el boniato tiene como cuarenta y cinco días de crecido, las hormigas pueden colonizarlo y extraer las larvas del minador y otros organismos que dañan al cultivo de boniato.
Así es que la agricultura ecológica no representa un primitivismo. Yo recuerdo que un autor me criticó diciendo que estaba recomendando ideas que fueron novedosas en la edad de piedra, pero no es así, no es adaptar las tradiciones por sí solas, sino adaptar el conocimiento de la ciencia ecológica junto con el conocimiento campesino. Hay un valle en el noreste de Cuba donde los campesinos insisten que los árboles crecen hacia el viento y que hay que tomar eso en cuenta cuando se preparan frutales. Los científicos dicen: “No, nosotros hemos estudiado la fisiología vegetal y todos sabemos que el viento seca las hojas de los ´arboles, de modo que el mayor crecimiento es viento abajo”. Bueno, van allá, miran y los árboles crecen hacia el viento. ¿Cómo se explica? Resulta que la geografía de esa zona es tal que la luz del sol viene del mismo lado que el viento y aquella predomina en su influencia fisiológica. Pero eso conduce entonces a examinar todo: los dos lados cometieron errores. Desde el punto de vista campesino, se estaba arguyendo de la experiencia propia, de lo visto diariamente, sin buscar en otros sitios; entonces no se podía generalizar, sino que solamente se podía hablar de la experiencia. El fisiólogo argüía principios generales sin darse cuenta de que cada sitio es distinto. Cada grupo, cuando pretende resolver un problema, lleva consigo su conocimiento y su ignorancia. El primer paso cuando tratamos de unir grupos de procedencias sociales diferentes es preguntar: “¿Cuál es el tipo de error típico que ustedes van a hacer y cuáles son los errores típicos que yo voy a hacer?”. Una vez que están sobre la mesa, podemos ir con la autoconciencia de una ciencia crítica de sí misma. En la colaboración, estamos averiguando la ciencia desde el punto de vista de uno que vive en la sociedad, que entiende de dónde vienen las ideas, que puede preguntar por qué la fascinación con lo más pequeño.
* El autor fue un importante biólogo marxista y comunista norteamericano, coautor de El biólogo dialéctico. Este artículo es un fragmento de su trabajo Un pie afuera, un pie adentro. |