En el marco de las enormes protestas que vienen llevando los trabajadores de la salud desde hace meses contra la falta de insumos, el vaciamiento y los despidos, el director del Hospital Rawson salió al cruce de las denuncias diciendo que no hay sábanas porque las roban. Los trabajadores de la salud repudiamos ampliamente estos dichos.
Desde hace décadas, los trabajadores de la salud venimos denunciando un brutal vaciamiento del sistema público de salud. La situación ha llegado al extremo tal que tenemos que pedir a los pacientes que traigan sábanas para una internación.
La situación en relación a las sábanas no es diferente del resto de las problemáticas del sector. Los servicios de lavadero, limpieza y cocina, fueron tercerizados hace años en la mayoría de los hospitales. Es decir que son tareas que llevan adelante compañeros contratados por empresas privadas para realizar el servicio en un hospital público negándoles el reconocimiento como parte de la planta del hospital, trabajando por salarios mínimos.
Antes en cada institución había lavaderos, en este momento sólo cuentan con uno el Hospital de Niños y el Tránsito Cáceres. Cuando existían lavaderos en la institución, se podía hacer un seguimiento e incluso había costureras que se encargaban de arreglar las sábanas y reutilizar las telas de sábanas viejas para otros insumos como zaleas o transversos.
Evidentemente la dirección poco sabe de la parte práctica de estas cosas. Las sábanas en una institución hospitalaria tienen una duración no mayor a dos meses. Se destruyen por el lavado que implica agua caliente y cloro. Las sábanas reciben todo tipo de excretas: orina, materia fecal, sangre, drenados purulentos. Todo tipo de bacterias y virus están en las sabanas, que primero se ponen en cloro para desactivar todo esto y luego se lavan. Eso implica que se gasten rapidísimo.
Además, cada cama necesita tres juegos de sábana, una para el paciente, una para recambio y la que se está lavando. Ese es el stock mínimo. Si hay 70 camas, al menos 200 pares de sábanas deberían estar circulando y reemplazándose cada dos meses.
El gobierno provincial, que se ha cansado de alimentar los negocios privados de la salud nos ha llevado a tener que trabajar en situación de brutal precariedad y sin herramientas básicas para el normal funcionamiento de un hospital. Esto lleva a que miles de usuarios del sistema de salud público se vean en situación de tener que comprar medicamentos, traer insumos, esperar meses para turnos. Pero las responsabilidades están claras. Desde el Gobierno provincial que empalma con el ajuste que lleva adelante Macri a nivel nacional a las conducciones sindicales lacayas del gobierno que han sido funcionales a dejar pasar cada ataque que se nos destinó a los trabajadores de la salud como a tantos otros.
En el Hospital Rawson, como en muchos hospitales faltan insumos básicos. Y el director, en lugar de reclamar por ello, sale a atacarnos, a culpabilizar a usuarios y trabajadores. Cómplice del gobierno, despidiendo a 12 compañeros del hospital. Cómplice del gobierno por no reclamar por la caída de programas fundamentales para la atención de la población. Y cómplice por salir a hacer el trabajo sucio a los medios, responsabilizando a trabajadores y usuarios. Los trabajadores y usuarios somos los únicos que defendemos y sostenemos la salud pública. |