El cantante Freddie Mercury, en su infancia y adolescencia cantó en el coro lírico de su colegio, desempeñanado la voz de barítono. Fue educando su voz hasta el registro de un contratenor, lo que quiere decir, que llegaba a la tesitura de una contralto.
La Logopedics Phoniatrics Vocology, publicó un estudio que realizaron científicos austriacos sobre la voz del artista, los cuales determinaron varios fenómenos.
Su voz tenía subarmonías, un modo de cantar que se puede encontrar en Xoomerj, una etnia siberiana. Donde no solo las cuerdas vocales vibran, sino también un par de estructuras de tejido llamadas ’pliegues ventriculares’, que normalmente no se utilizan para hablar o en el canto clásico.
También era reconocido por su característico sello de vibrato, una variación rápida y ligera en el tono. La mayoría de los cantantes de pop y de rock mantienen un vibrato regular, mientras que el suyo era más irregular e inusualmente rápido.
Más allá de un estudio científico, lo que cabe destacar, es que la potencia de su voz, atravesó la lírica, el pop y el rock, llevó a la interpretación de sus temas, a una composición, que aún hoy, no puede ser comparada.