Fotografía: EFE
Este comportamiento por el cual el PT fue derrotado en los principales polos industriales es un fenómeno que se registró a nivel nacional.
En Minas Gerais, en el segundo turno, se amplió la diferencia entre Dilma Rousseff y Aécio Neves por 551 mil votos, de 52,4% a 47,6%. Este porcentaje es un poco mayor que el registrado nacionalmente, 51% contra el 48% pero por debajo de la diferencia de votos en estados como Pernambuco y Bahía.
En Minas Gerais, Dilma ganó en las regiones Norte, Jequitinhonha, Zona da Mata, Vale do Río Doce y en el Triângulo Mineiro. Sin embargo, fue derrotada en importantes concentraciones industriales: la región sur del estado, Belo Horizonte y en gran parte de la región metropolitana de Belo Horizonte, que reúne 34 ciudades. De éstas, Dilma ganó en 14 y fue derrotada en 20.
En Belo Horizonte, Aécio alcanzó el 64,3% y Dilma el 35,7%, una diferencia de poco más de 426 mil votos. La diferencia más marcada se dio en la región centro sur de la ciudad, donde se concentra el centro de la capital y los barrios de mayor concentración de ingresos. Estos últimos son el reducto tucano (PSDB) en la ciudad. En esta región, Aécio obtuvo el 73,7% de los votos y Dilma el 26,3%.
El voto obrero en Minas Gerais
Sin embargo, no fueron solo el centro y el reducto tucano la marca de la derrota del PT en la ciudad. Lo que llama la atención fue la derrota en regiones de importante concentración obrera como Venda Nova y Barreiro. Venda Nova fue la que más llamó la atención, con el 62,8% de los votos a Aécio contra el 38,2% de Dilma. En Barreiro, a pesar de que la diferencia no fue tan importante como en Venda Nova, Dilma fue derrotada por el 53,3% contra el 46,7%.
En las ciudades de la gran región metropolitana de Belo Horizonte ocurrió lo mismo, dándose la mayor diferencia en Lagoa Santa, donde Aécio alcanzó el 70,6% contra el 29,4%.
En Contagem, la principal concentración obrera de la región con industrias metalúrgicas, de auto piezas y siderúrgicas, el candidato del PSDB obtuvo el 51,9% contra el 48,1%. En las elecciones de 2010, Dilma venció a Serra en Contagem con un resultado de 63,8% a 36,1%.
En Betim, como en 2010, el triunfo de la candidata petista fue de 64,9% a 35,1%. Con menor diferencia de votos, Dilma ganó en Betim (ciudad donde está instalada la Fiat) y en Ribeirão das Neves con el 56,2% contra el 43,8% y el 54,97% contra el 45,03%, respectivamente.
Los resultados del segundo turno, por tanto, más allá de la victoria de tal o cual candidato, apuntan al desgaste del petismo en importantes concentraciones obreras de la región, un fenómeno que se registró también a nivel nacional. Incluso con la campaña de apoyo a Dilma en las puertas de fábrica hecha por la burocracia sindical que dirige los sindicatos metalúrgicos de Contagem y Betim (CUT y CTB respectivamente). Aunque en sectores más concentrados y más tradicionales de organización obrera en la región la adhesión a la campaña de Dilma haya sido mayor, se da en un marco de retroceso del PT.
Estos resultados, al contrario de un análisis superficial sobre la incuestionable victoria del PT o de los que afirman un “giro a la derecha” de sectores importantes de la clase obrera por su voto a Aécio, expresan un desgaste de Dilma y el PT en estas concentraciones así como la falta de una alternativa clasista y de izquierda en el estado que pudiese canalizar al menos parte del descontento. |