La conducción del Centro de Estudiantes (CECSo) hace campaña electoral con las becas que otorgaron de apuntes, algunas de viáticos y seis de alojamiento.
La consigna del afiche es “Vos decidís” y hay una mano donde en cada uno de los dedos se detalla la beca.
Luego de la toma del año 2010, que la UES boicoteó, las autoridades de Sociales tuvieron que otorgar las “Becas Portantiero”, con un monto muy precario para lo que hay que sustentar, pero que salía de la plata del propio Estado.
Cuando La Izquierda al Frente era parte de la conducción del Centro de Estudiantes (CECSo) también se otorgaban becas para los apuntes. Jamás fue resaltado como un logro de la conducción, sino como una defiencia de las autoridades de la UBA así como también de la Facultad.
Mientras el decano y las autoridades superiores de toda la universidad cobran sueldos abultados que superan los 130 mil pesos mensuales, los estudiantes ven amenazados sus estudios por los aumentos en el transporte, alquileres, alimentos, fotocopias y el conjunto de recursos que se deben tener para que realmente la educación sea pública y de universal acceso.
La Universidad de Buenos Aires es una universidad que por más que se mantenga el carácter público de las carreras de grado, no así de posgrado, es una universidad donde en su mayoría acceden los hijos de los profesionales, intelectuales, trabajadores de servicios. Para los hijos de los trabajadores y para los mismos trabajadores, es una universidad que siempre estuvo alejada, no sólo por el CBC que es un filtro para todos aquellos que quieran ingresar a la universidad, sino por los ritmos, las exigencias y los recursos que se precisan para mantenerla.
Cuestionar el rol que cumple la universidad, sabiendo que el conocimiento que se produce en la universidad está al servicio de reproducir el orden social, así como también que tan sólo un grupo reducido de jóvenes pueda ingresar y permanecer es la pelea que damos año tras año, exigiéndole al Estado y las autoridades que garanticen un sistema de fotocopias, donde los trabajadores sean los no docentes, donde se garantice que los estudiantes puedan acceder al material de estudio, y comedor universitario.
El esfuerzo que muchos hacen para poder seguir estudiando no se tiene porque usar con provecho electoral. La solución tiene que venir por parte del Estado y las autoridades, no puede ser usado por una lista para tener apoyo político
La educación superior es un derecho, tiene que dejar de ser un lujo, un privilegio. Hay una generación nueva de estudiantes que viene de distintos barrios de la Provincia de Buenos Aires, que siempre soñaron sus familias y amigos con que pudieran recibirse en la UBA, y que les es muy costoso permanecer porque el transporte es muy caro y la SUBE se acaba rápido, porque el sueldo no alcanza, y porque en la casa las cosas se complicaron porque despidieron a algún familiar. El esfuerzo que muchos hacen para poder seguir estudiando no se tiene porque usar con provecho electoral. La solución tiene que venir por parte del Estado y las autoridades, no puede ser usado por una lista para tener apoyo político.
En las elecciones no se pueden votar los derechos, se tienen que discutir proyectos de universidad, de sociedad y el Centro de estudiantes debiera ser el espacio para canalizar los reclamos. Así como en La Plata se consiguió el boleto por las movilizaciones de estudiantes, docentes y por la bronca que generaba que Vidal dijera que el boleto no era una prioridad, miles salieron a las calles.
La campaña que desarrolla la UES/PJ, toma las necesidades que tienen los estudiantes para poder ir a cursar y terminar la carrera, haciendo de una manera burda una extorsión a los estudiantes, sobre que mientras ellos estén en la conducción del CECSo esas becas, esas necesidades, estarán satisfechas, pero cuando no... no se sabe. En el contexto brutal de ajuste a 9 meses del macrismo en el gobierno, una campaña así, no puede más que ser una campaña con tintes, que en los barrios se conoce como “clientelismo”, donde a cambio de un bolsón de comida, a cambio del techo para la casa, de la construcción del piso, se le exige el voto, a los que menos tienen. Así como también, los recursos que tienen para otorgar las becas, son con precios de apuntes muy elevados y sobre todo pueden garantizarlas porque responden políticamente al PJ y ese partido contribuye monetariamente. ¿Una conquista de los estudiantes? No. No es un derecho conquistado, sino una campaña que intenta atar los derechos de los estudiantes, a los intereses de los partidos tradicionales, como el PJ.
Para los tiempos que corren una campaña electoral así, entonces no sólo es peligrosa, sino que retrocede en años, lo que el centro de estudiantes que tenía independencia política de las autoridades y de los gobiernos podía denunciar y es que el Estado es responsable de garantizarlo. Que el Estado garantice las becas, no sólo haría que el acceso y la permanencia en la universidad sean realidad, sino que los centros de estudiantes pudieran ser realmente lo que son: herramientas políticas de los estudiantes, para que puedan organizarse, debatir sobre los grandes hechos de la realidad, pelear por sus derechos, defender la educación pública sin ataduras, y apoyar reclamos de otros sectores, como las demandas de las mujeres y las luchas de los trabajadores.
Arranquémosle a Macri el derecho para estudiar en la Universidad por los miles que hoy no pueden acceder y para que los que están no tengan que abandonarla, no permitamos que usen los sueños de cientos para hacer política. Necesitamos un Centro de Estudiantes independiente de las autoridades y de los partidos de los empresarios. Que entren a la universidad los que menos tienen, los que más trabajan, es nuestro desafío, que la universidad se convierta en un punto de apoyo para los trabajadores, para los sectores populares que quieran enfrentar al Macrismo sólo es posible con un CECSo independiente y con voluntar de enfrentar a este Gobierno y su gabinete de empresarios. |