En el marco de un ajuste brutal contra la clase trabajadora por parte del gobierno de Macri que incluye el avasallamiento de los derechos de los trabajadores, sus conquistas laborales y sindicales, los empresarios se sienten envalentonados para actuar. La comisión interna de Molarsa viene denunciando un vaciamiento por parte de la multinacional danesa que implica maquinas paradas, el retiro de maquinaria y despidos encubiertos.
¿Cuál es la situación en Molarsa?
La empresa venía haciendo un vaciamiento dentro de la fábrica llevándose matricerías con las cuales se elabora las bandejas para fruta y huevo; y por otro lado con los retiros voluntarios que inició en agosto, que en realidad son despidos encubiertos. Digo que son despidos encubiertos porque no volvió a tomar personal para cubrir los 26 compañeros que se fueron tras aprietes y amenazas de despido o cierre. Con el resto de la Comisión Interna, realizamos un pedido de inspección a la subsecretaría de Trabajo de la Provincia de Neuquén que se llevó adelante con la participación del secretario general del Sindicato Papelero Hector Beroiza. Con esta inspección se constató que la denuncia que venimos haciendo es cierta ya que los depósitos de matricería están vacios y están funcionando solo dos o tres máquinas por turno, lo que sería sólo un 50% de la fabrica, es decir un lock out patronal de hecho.
¿Por qué la empresa te quiere afuera?
Lo que pasa que ante esta situación de incertidumbre y falta de respuestas, los trabajadores y la comisión interna, organizamos una asamblea general. Ante esto la empresa, con su gerente de RRHH Marcelo Arias a la cabeza, conocido por vaciar empresas, empezó a amenazar a todos los compañeros que los iban a sancionar si participaban de las asambleas. Fiel a su forma de actuar, suspendieron a un turno completo por participar de la asamblea, lo cual originó que la fábrica estuviera parada durante 8 hs por propia decisión de la empresa.
Por todo esto la patronal me inició un juicio de desafuero, por haber organizado una asamblea general y, a la vez, la jueza Beatriz Zapata en tiempo récord dio lugar a una medida cautelar en favor de la empresa que me prohíbe entrar a trabajar a la fábrica. Con esto queda más que claro que la intención es mantenerme alejado para que no cumpla con mi rol de delegado de pelear contra el vaciamiento y los hecho graves que están sucediendo dentro de la fábrica; como las prácticas anti sindicales, la sanción a un trabajador por hablar con un delegado, etc.
A pesar de toda esta situación no ha logrado amedrentar a mis compañeros que siguen participando de las asambleas y que están dispuestos a luchar por el pan de sus familias. Por eso han empezado una campaña fotográfica en las redes sociales contra el vaciamiento, contra las persecuciones dentro de la planta, contra mi desafuero y para que vuelva a mi puesto de trabajo.
Esta impunidad que la empresa cree tener, lejos está de romper la unidad de los trabajadores, ya que vamos a luchar para que se haga justicia por los trabajadores y sus familias, porque no pensamos pagar los costos de las crisis patronales y sus gobiernos que dan impunidad.
Nosotros entendemos que el plan de la empresa es terminar con todas las conquistas que hemos conseguido a lo largo de estos diez años de recuperación de la comisión interna. Es terminar con toda la tranquilidad con la que trabajamos actualmente, con las 8 hs de trabajo, los feriados y los descansos de cada trabajador, y así volver a los ritmos alocados y estresantes que existían antes, y que enfermaron a más de un compañero a lo largo de la historia de la fabrica. Sin ir más lejos, aunque parezca mentira, nosotros antes de estar organizados teníamos que trabajar 16 horas todos los días sin descansos, además de despidos que eran moneda corriente y se frenaron una vez que logramos organizarnos a través de las asambleas. Quieren terminar también con las conquistas salariales que hemos logrado por fuera de convenio como lo son dos “acuerdos empresa” y un doble aguinaldo; y también muy importante como la reinstalación de muchos compañeros injustamente despedidos y el pase a planta permanente de más de 15 tercerizados, además de que se respeten la tareas livianas para trabajadores que están enfermos.
Quieren volver a lo de antes, quieren volver a un estado de persecución dentro de la fábrica en donde no se respeten los derechos de los trabajadores, y para esto necesitan descabezar la Comisión Interna y que ningún trabajador pueda o quiera participar de una asamblea.
¿Cómo sigue?
Por un lado nuestras abogadas del CEPRODH, Natalia Hormazabal y Mariana Derni, contestaron la demanda con trabajadores como testigos que desmienten los falsos argumentos de la empresa para iniciar el juicio de desafuero y para que den marcha atrás con la cautelar que me impide volver a trabajar. Y por otro lado estamos poniendo en pie una gran campaña contra mi desafuero y el vaciamiento que lleva adelante el grupo Sanovo Greenpack, dueña de la fábrica, con asambleas y buscando la solidaridad de otras organizaciones sindicales y políticas. |