La medida de fuerza de los trabajadores agrupados en los sindicatos Unite y Communication Workers Union (CWU por sus siglas en inglés) afecta 300 oficinas distribuidas a lo largo de pueblos y ciudades en todo el Reino Unido. Sin embargo, según la empresa Post Office miles de sucursales permanecerían abiertas.
Se estima que unos 4.000 afiliados del CWU y 700 afiliados a Unite, montaron piquetes en distintos puntos del país durante la medida de protesta.
El CWU se opone a los planes del cierre de algunas oficinas del Post Office, encargadas de la atención al cliente, pues considera que pone en peligro puestos de trabajo. Su secretario general señaló que la empresa estaba en un “punto de crisis” causado por la mala gestión luego de la privatización de la emblemática Royal Mail en 2013.
La empresa Post Office, encargada de los servicios de atención al público, fue separada del histórico servicio de correos Royal Mail en abril de 2012 por lo que no formó parte de la operación de privatización del Royal Mail. Se trató de la privatización más grande en dos décadas y la empresa fue vendida a un precio de remate en medio de fuertes críticas y a pesar de la huelga de miles de trabajadores del correo. La Royal Mail se encarga de clasificar y distribuir cartas y paquetes y luego de la privatización engordó un exitoso negocio que se benefició con el boom de las ventas en internet.
En otras palabras, privatizaron el sector rentable del correo mientras dejaron bajo gestión estatal las poco oficinas de la Post Office que ofrece pocos dividendos. Además, luego de la privatización, el gobierno decidió recortar el financiamiento de las oficinas que quedaron en manos del estado. En el 2014, había más de 370 oficinas en todo el país, la mayoría en lugares centrales, sin embargo, se estima que para finales del corriente año unas 100 oficinas cerrarán. Por otra parte, hay una externalización de los servicios debido a la decisión de una importante cadena de quioscos de abrir ventanillas de correos.
La privatización de la empresa Royal Mail y la mala gestión de los servicios de la Post Office muestran a las claras los efectos del neoliberalismo en los servicios públicos: personal subcontratado que está sobreexplotado a expensas de la pérdida de trabajo de otros.
Según el sindicato, la huelga va más allá del cierre de sucursales y los cambios en el régimen de pensiones, porque miles de puesto de trabajo están en juego, así como el futuro del sector. Solo durante este año se perdieron 2mil puestos de trabajo, en los últimos cinco años el sector atravesó un duro programa de recortes y cierres y la empresa Post Office se transformó en un ‘caso de estudio’ modelo.
Jeremy Corbyn, que ha recibido el apoyo del CWU a su candidatura en la elección interna del Partido Laborista, posteó un vídeo de apoyo a los huelguistas en la página de Facebook del sindicato CWU. Allí se refiere al personal del correo como “trabajadores públicos muy leales”. En su mensaje dice “Estoy asombrado por la estrategia de la Post Office de querer deshacerse de ellos, de cerrar las oficinas y privatizar el servicios para luego emplear personal con salarios más bajos, peores condiciones de trabajo y en muchos casos sin la formación necesaria” y agregó que “el servicio de correos es parte del tejidos social del país”. El líder, además, recibirá a un grupo de trabajadores de correos en el parlamento al mediodía del jueves.
La medida de fuerza tiene lugar en medio de las negociaciones con la empresa a reanudarse la semana próxima. |