Por Hisham Fouad, activista socialista en Egipto
Los trabajadores de Alexandria Shipyard Company han sido víctimas y llevados ante un tribunal militar por defender sus derechos laborales, pero un creciente movimiento de solidaridad está poniendo a los generales bajo presión.
Artículo original
El astillero de la empresa Alexandria se encuentra en la gobernación de Alejandría, la segunda ciudad más grande de Egipto y uno de los centros de la “primavera árabe”. La gobernación también tiene una larga relación con las luchas de los trabajadores desde el comienzo del siglo pasado hasta la actualidad. La empresa fue fundada en 1960 para servir a la armada egipcia. En 2003, en el contexto de ataques y una ola de privatizaciones, el astillero fue trasladado desde el sector público a ser propiedad del Ministerio de Defensa. El Ejército intentó terminar con el comité sindical en el astillero a pesar de que el comité era parte de la Federación estatal egipcia de Sindicatos y no un sindicato independiente.
En 2015, el general Abdelfattah al-Sisi, el actual presidente de Egipto, anunció obras para desarrollar el astillero. Su discurso en la celebración oficial exigió costos reducidos, lo que despertó la resistencia de los trabajadores a este ataque a sus ingresos. En mayo de 2016, frente al empeoramiento de las condiciones de vida, representantes de los trabajadores y miembros del comité sindical intentaron negociar con la gerencia, después de que a los trabajadores les cortaron los subsidios para el mes de Ramadán.
El director militar del astillero se negó a reunirse con ellos, dando la orden para que abandonen su oficina inmediatamente. Los trabajadores furiosos comenzaron a reunirse el 23 de mayo para hacer una protesta, levantando demandas como aumento de salario, el pago de los bonos de participación que habían sido eliminados durante los últimos cuatro años, la mejora de los servicios de salud y seguridad. También pidieron reactivar áreas de producción que habían sido abandonadas. La rápida respuesta del director fue enviar 2.400 trabajadores efectivos del astillero a sus casas. Mientras los despedidos reciben sólo un tercio de su salario normal. También se iniciaron causas contra a 26 trabajadores, los fiscales militares han elevado cargos a un tribunal militar por "incitación a la huelga" y "abstenerse de trabajar".
Una cláusula controvertida en la constitución del 2014 permite que los trabajadores empleados en las industrias de propiedad del Ministerio de Producción Militar sean juzgados por jueces militares, sin embargo, el astillero de Alejandría es propiedad del Ministerio de Defensa. Por otra parte, el juicio viola la Constitución de Egipto que se refiere al derecho de huelga, garantizado en los convenios internacionales firmados por Egipto. Numerosas resoluciones en los tribunales egipcios han defendido el derecho a la huelga desde el paro de los trabajadores ferroviarios nacionales de 1986. En cualquier caso, los trabajadores egipcios no han esperado a las resoluciones judiciales y millones han tomado medidas de huelga en los últimos años.
Trece hombres y una mujer han comparecido en los tribunales, mientras que el resto de los 26 están huyendo de las autoridades. Los 14 trabajadores que están detenidos permanecieron en las celdas de la policía desde mayo, a la espera de la sentencia en su caso, que se ha pospuesto dos veces sin ninguna razón. Ya que los tribunales militares no permiten apelaciones, la única manera de anular las sentencias sería solicitar el indulto presidencial. Los jueces podrían condenar a los demandados hasta a 3 años de prisión.
Bajo la presión de la campaña de solidaridad local e internacional el astillero permitió que 600 trabajadores puedan volver a trabajar en agosto. Inmediatamente, un incidente fatal en uno de los talleres mostró cómo el abandono de la gestión de los procedimientos de salud y seguridad está poniendo las vidas de los trabajadores en riesgo, cuando Mohammed Gad de 27 años de edad murió por electrocución. Él y sus colegas habían pasado largos años exigiendo botas y las medidas de seguridad, pero se ignoraron sus quejas, y ahora sus dos hijas jóvenes se quedaron sin su padre.
El caso contra los 26 trabajadores tiene que ser entendido en el contexto de un ataque generalizado a los trabajadores por el régimen militar, ya que persigue un plan de contrarevolución dirigido a revertir los logros de la Revolución de 2011 a través de ataques a los grupos políticos de la oposición, estudiantes y movimientos juveniles. Aterrorizar trabajadores también sirve al objetivo de imponer políticas de austeridad.
Otro aspecto peligroso es el rol cada vez mayor de las fuerzas armadas en la economía civil. Cada día sus actividades aumentan en todos los sectores de la industria y los servicios, esto significa la militarización de las relaciones laborales y la extensión del trabajo forzoso mediante el recurso de los juicios militares que carecen de las garantías más elementales de los derechos legales. Como de costumbre la ETUF no se ha opuesto a esto, ya que es el brazo del régimen al interior del movimiento obrero.
La persecución de los obreros de los astilleros ha generado una ola de simpatía entre los trabajadores de Egipto. Un comité de solidaridad fue establecido por activistas revolucionarios y defensores de los derechos humanos, ha sido respaldado por sindicatos independientes, la juventud y líderes de sindicatos. El Comité también ha organizado una serie de reuniones de solidaridad en El Cairo y Alejandría, así como las acciones de medios y redes sociales y las visitas a las familias de los trabajadores. Destacadas figuras políticas y activistas de derechos humanos han puesto en marcha una serie de videos en las redes sociales condenando el juicio militar.
También ha llegado la solidaridad desde el exterior, con cientos de sindicalistas y activistas políticos de muchos países que han firmado una petición exigiendo la liberación de los trabajadores. Sin embargo, el nivel de represión policial y la ausencia de las organizaciones de masas de los trabajadores han impedido la organización de eventos masivos.
La solidaridad con los trabajadores y la presión para su liberación no es sólo de interés para el movimiento obrero, sino que también ayudará a la lucha por el regreso de la democracia y la lucha contra la austeridad. La unidad y la solidaridad son nuestras únicas armas para enfrentar la tiranía y la explotación.
¿Qué podemos hacer?
1. Suscribite a nuestro ThunderClap aquí: https://www.thunderclap.it/projects/46556-free-the-alex-shipyard-workers #FreetheAlexShipyardworkers
2. Comparte la carta de sindicalistas egipcios que piden la solidaridad mundial con los trabajadores de los astilleros: https://egyptsolidarityinitiative.org/alexshipyardopenletter/.
3. La carta y el llamado a la solidaridad están disponibles en varios idiomas.
4. Envía un mensaje al Presidente Sisi de Egipto exigiendo que libere a los trabajadores astilleros y termine con los juicios militares a civiles. Escribe a: Office of the President Al Ittihadia Palace, Cairo, Arab Republic of Egypt, Fax: +202 2 391 1441, Email: [email protected], Twitter: @AlsisiOfficial
5. Organizar una foto de solidaridad y compartirla con nosotros en Facebook (https://www.facebook.com/egypt.solidarity.initiative/) y Twitter (@Egy_Solidarity). Descargar carteles para su acción aquí: https://egyptsolidarityinitiative.files.wordpress.com/2016/06/alexshipyard_a4poster.pdf
Otras fuentes e información adicional están en línea aquí:
https://egyptsolidarityinitiative.org/alexshipyard
Traducción: Luigi Morris |