Los Llanos del Yari, cerca de la Amazonia colombiana al sur del país, bastión de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), fue el lugar elegido para acordar ponerle fin a la lucha armada luego de 52 años de enfrentamiento con el régimen colombiano. Siete días durará la X Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC de la que participan alrededor de 1000 de sus miembros (se estima que cuenta con alrededor de 7000 combatientes) portando remeras con el slogan “Reconciliación nacional, paz con justicia social y democracia avanzada”.
“Ni vencedores ni vencidos”
Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", el líder de las FARC afirmó "Hemos conseguido sentarnos a una mesa de conversaciones y sacar avante un acuerdo final de terminación del conflicto con el que queda definitivamente claro que en esta guerra no existen vencedores ni vencidos".
"Hay que conseguir que la paz se convierta en una realidad en nuestro país sobre la base de la justicia social y la democracia", dijo Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", el líder de las FARC, en la ceremonia de apertura del primer encuentro guerrillero abierto a la prensa. "Eso implica la vinculación de las grandes mayorías inconformes a la vida política activa de nuestra nación", agregó, poniendo de manifiesto el fracaso de la estrategia guerrillera luego de medio siglo de combate, e incorporándose plenamente al régimen político colombiano.
El evento, que incluye shows de música en un enorme escenario, y que le valió que varios medios lo llamaran “el Woodstock de las FARC”, incluye temas como el derecho a la tierra, el medio ambiente y la mujer.
El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó que el 26 de septiembre será la firma formal de los “acuerdos de paz” en Cartagena, aunque luego deberá ser refrendado en un plebiscito el 2 de octubre, hecho que mantiene dividida a la población colombiana, aunque los últimos sondeos indicarían la victoria del “Si”, con el 55,3% de los votos, según una encuesta difundida la semana pasada por la firma Datexco. En tanto, el 38,3% de los colombianos sostuvo que sufragará por "No", lo que representa un aumento de 10,2 puntos porcentuales sobre el 28,1% a comienzos de septiembre.
Por su parte, Estados Unidos, que fue parte activa de los llamados “diálogos de paz” desde hace 4 años, tiene un interés central en que el acuerdo sea formalizado antes de las elecciones presidenciales en noviembre, como parte de su política “dialoguista” con Amèrica Latina para recuperar su influencia luego del “enfriamiento” de las relaciones con los llamados gobiernos posneoliberales.
Nadie sabe que sucederá con el acuerdo en caso de ganar el “No” en el plebiscito, que tiene como trasfondo una disputa entre Santos y el ex mandatario, Uribe, que rechaza el acuerdo con las FARC. Sin embargo, los intereses económicos de los empresarios colombianos y extranjeros para poder acceder a los territorios que hoy controlan las FARC es una cuestión central que pesará en el resultado del plebiscito. |