El oscurantismo medieval que predomina en la Facultad de Filosofía y Letras es bien conocido por todos sus estudiantes. Las autoridades y docentes reproducen a diario contenidos e ideas propios del antiguo régimen en las clases: la defensa de la conquista y evangelización española, la reacción en contra de la teoría darwinista de la evolución, el menosprecio por procesos, paradigmas y personajes históricos fundamentales para el desarrollo de nuevos conocimientos, son algunos de los contenidos que padecemos todos los días.
En este marco, se da el proceso de “Actualización e innovación curricular” como llaman las autoridades a la reforma de planes de estudio, quitándole todo carácter de reformar críticamente los contenidos de las materias, basándose en lineamientos bajados por el rectorado y acreditando las carreras ante la CONEAU menemista.A pesar del intento de limitar la participación estudiantil, los estudiantes supimos responder y logramos una igualdad de participantes dentro de los claustros integrantes en las comisiones de reforma.
Frente a esto, el clima con las agrupaciones peronistas que conducen el centro de estudiantes, que lejos están de representar los intereses de quienes queremos una educación científica y crítica, es de desconfianza. En las asambleas se les ha criticado que se quedan a mitad del puente impulsando acciones livianas, desmovilizadoras y hasta conciliadoras por fuera de las herramientas que nos dimos los estudiantes para organizarnos democráticamente, evitan el enfrentamiento con las autoridades y docentes más arcaicos mientras acompañan el proceso.
Los y las estudiantes vemos que esta reforma no tiene los mismos intereses para las autoridades y docentes que para nosotros, sabemos que no podemos esperar un plan de estudios acorde con nuestras necesidades de la voluntad de estos.Hay una lucha política e ideológica contra el conservadurismo y el elitismo de las carreras. Quienes no vean este carácter, fácilmente pueden oscilar entre el conflicto y la conciliación.
Ante esta situación de pasividad en un proceso tan importante como es la conformación de nuevos contenidos disciplinares y pedagógicos, es que necesitamos una organización estudiantil independiente de las autoridades y las agrupaciones que colaboran con estos personajes nefastos, para poder reformar los planes de estudio de acuerdo con nuestras necesidades y objetivos, por la incorporación de corrientes de pensamiento crítico en las cátedras, la inclusión de perspectivas de género en todas las carreras y en las materias pedagógicas, la reglamentación de cátedras paralelas y optativas y sobre todo pelear por formar profesionales bajo una educación laica y científica al servicio del pueblo y los trabajadores. |